El presidente Donald Trump otorgó el perdón al exteniente estadounidense Michael Behenna, quien había condenado en 2009 por asesinar a un detenido iraquí; una decisión que provocó controversias el martes con grupos de derechos civiles.
En un comunicado el lunes 6 de mayo de 2019 por la noche, la Casa Blanca dijo que la decisión es “totalmente merecida”, pues Behenna “se comportó como un prisionero modelo” y su caso “ha atraído un amplio apoyo” tanto dentro como fuera de los círculos militares.
Behenna, de 35 años, fue condenado en 2009 por una corte marcial a 25 años de prisión por el asesinato del prisionero Ali Mansur, cometido un año antes cerca de Baiji, en el norte de Irak.
Sospechoso de pertenecer a Al Qaida y de haber sido autor de un ataque con bomba que mató a dos soldados estadounidenses, el ejército de Estados Unidos arrestó al iraquí a principios de mayo de 2008 y, al no lograr demostrar su participación, ordenó dejarlo en libertad después de diez días de detención.
Behenna, que conocía a las dos víctimas, debía llevarlo de regreso a su aldea con su pelotón, pero decidió interrogarlo en una carretera aislada. El cuerpo desnudo del iraquí fue encontrado al día siguiente acribillado con dos balas y parcialmente quemado.
En su juicio, el teniente Behenna había alegado defensa propia en el caso. Luego de varias apelaciones, su sentencia fue reducida a 15 años de prisión por la oficina de indultos militares, y finalmente fue puesto en libertad condicional en 2014.
La decisión de Trump provocó polémica. La Asociación de Defensa de los Derechos Civiles (ACLU) : “Esta gracia es una validación presidencial de un asesinato que violó el código de justicia militar”, dijo Hina Shamsi, una de sus líderes. (El Comercio)