Justin, un niño de 12 años, se convirtió en una nueva víctima colateral de la violencia que se vive en la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), donde desde el viernes se han reportado al menos 18 asesinatos.
La familia cuenta que el menor había avanzado a la barbería donde trabaja su padre para recibir el dinero para comprar la merienda. Ahí fue tomado como escudo humano en medio de un sicariato.
El crimen se reportó a las 18:00 del sábado dentro del local ubicado en el bloque 4 de Flor de Bastión, en Nueva Prosperina.
Los sicarios fueron a matar a Teodoro Chila Morales, quien esperaba en el negocio su turno para cortarse el cabello.
Al ver a los hombres armados, Chila tomó como escudo humano al niño de 12 años, contaron los testigos.
Justin recibió un mortal disparo en la espalda; su padre también fue alcanzado por una bala que le ingresó por el costado izquierdo.
Padre e hijo fueron llevados a un hospital, donde se confirmó la muerte del niño, en tanto que su progenitor lucha por su vida porque la bala le habría afectado un pulmón.
Se conoció que Teodoro Chila, el blanco del ataque, fue acribillado en el sitio. Recibió al menos nueve disparos.
La mañana de este lunes, el cuerpo de Justin era velado en su casa, a unas cuadras de la barbería.
Su abuelo, con lágrimas, dijo que Justin estuvo en el lugar y en el momento equivocado. El menor sería sepultado este martes en el cementerio Parque de la Paz de El Fortín.
En lo que va del 2022 cerca de 70 menores de edad han sido asesinados en la Zona 8. Al menos 20 casos corresponden a menores de 15 años que serían víctimas colaterales de los ataques armados.