El 15 de enero, en el Hospital del IESS-Babahoyo, un menor de ocho años falleció de manera sorpresiva.
El pequeño ingresó para ser operado de las amígdalas; sin embargo, de forma inesperada los galenos informaron a sus familiares del fallecimiento por un infarto.
El cadáver del menor fue exhumado la tarde del lunes, para trasladar el cuerpo hasta el Centro Forense de Guayaquil con el fin de determinar si se extrajeron sus amígdalas. Los resultados estarán el 29 de enero.
El médico legista de la Fiscalía de Los Ríos, Arnoldo Romero, tras la autopsia (con la presencia del cardiólogo Klever Valencia), informó que no encontró ninguna lesión.
“Pude observar también que el niño mantenía las amígdalas… Hay que determinar las sustancias que se utilizaron para la operación”, expresó. Agregó que extrajo muestras biológicas, que han sido enviadas a Guayaquil para su investigación.
La patrocinadora y familiar del menor, Mariella Zúñiga, indicó: “Desde el IESS dicen que se realizó una intervención que jamás existió. El bebé siempre estuvo muerto desde que lo anestesiaron”.
El Hospital del IESS, a través de su directora administrativa, Liliana Junco, y el director médico, Byron Encalada, informó que la operación sí se hizo. La directora aseguró que, en caso de encontrarse alguna irresponsabilidad, no dudarán en establecer sanciones.
El equipo médico no está laborando en sus áreas, por un tema de seguridad, pero no están suspendidos. (La Hora)