Freddy Anchundia y el porqué fue trasladado a la cárcel de Santo Domingo

Ha estado en la lista de los más buscados del Ecuador y la Policía lo ha asociado como líder de una banda dedicada al sicariato y al microtráfico. Freddy Marcelo Anchundia Loor tiene un historial delictivo y ha estado preso en cárceles de Cuenca, Guayaquil y Santo Domingo de los Tsáchilas.

La Policía lo ha mencionado esta mañana luego del amotinamiento registrado esta madrugada y que ha dejado 44 muertos en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas.

Fausto Salinas, comandante de la Policía, dijo que la presencia de Anchundia en la cárcel de Santo Domingo generó esa sensación de pugna y violencia.

Anchundia pertenece a la banda R7, que tuvo un enfrentamiento con Los Lobos en Turi. Tras ese incidente, él y otros fueron llevados a La Roca. Pero Anchundia obtuvo una medida para ser trasladado a Santo Domingo.

Aquiles Dávila, juez de la Unidad Judicial Penal Sur de Guayaquil, resolvió esta acción de protección con medida cautelar que solicitó Anchundia.

La defensa del recluso adujo que desde que fue trasladado a Guayaquil había recibido amenazas de muerte, maltrato físico en los baños y celdas, insultos y que no podía salir de la celda por varios días.

Dijo que si decía algo subirían los maltratos. “Hasta el punto de matarme y que parezca un suicidio, aquí me quieren ahorcar y después manifestar que yo me he ahorcado”, anotó el recluso.

Por ello pedía al juez su traslado a la cárcel de Santo Domingo, donde vive su esposa.

Decenas de policías fueron desplazados a cárcel para atender emergencia. AFP Foto: AFP

El juez concedió la medida cautelar porque consideró “en riesgo su vida e integridad”. “Se reitera que esta decisión judicial debe ser acatada de manera inmediata”, se anotó en la providencia.

Según registros policiales, Anchundia operó por un tiempo en zonas de Manabí, donde aparentemente estaba involucrado en la venta de droga en distintas zonas.

Su banda trataba de abarcar el territorio dejado por otro grupo llamado Los Gatos Secos, que se dedicaba presuntamente a los mismos delitos y que fue desmantelada por la Policía Nacional en el operativo Ciclón del Pacífico.

Supuestamente, según la Policía, la rivalidad de estas dos organizaciones por tener el poder de estos sectores se inició en el 2012, cuando Anchundia fue sacado de la banda de Los Gatos Secos por problemas internos con el líder de esta.

Anchundia decidió formar su propia organización conformada por cerca de 50 personas que operaban en toda la provincia. Según los informes de Inteligencia, la red delictiva cobraba $ 3.000 por ejecutar un asesinato. El dinero lo exigían por adelantado y además pedían el arma para cometer el crimen y movilización. (El Universo)

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