Miriam Estrada Castillo, especialista de derechos humanos, paz, seguridad y contraterrorismo en la Universidad de las Naciones Unidas en Japón y Costa Rica, considera positivos los convenios que se firmen entre países que contribuyan al mantenimiento de la seguridad y la paz.
La catedrática, de origen guayaquileño, con amplia experiencia en la parte institucional de los Cascos Azules y fuerzas del mantenimiento de la paz de la ONU y miembro del Comité contra el Terrorismo Internacional del Consejo de Seguridad, en diálogo con Andes expone sus puntos de vista sobre la situación en la frontera norte.
Ecuador ha vivido en los últimos meses episodios de violencia en la frontera norte, ¿Cómo enfrentar esta situación?
Pienso que no hay mejor remedio, ni mejor manera de enfrentar este tipo de problemas que utilizando la diplomacia preventiva, es decir utilizando el diálogo y la tolerancia, que cada uno guarde la posición que el pueblo le ha entregado y que desde esas posiciones se construya tanto el diálogo como la esperanza establecida y hecha realidad a través de políticas de carácter social, económico y de justicia social para localidades como las fronterizas históricamente abandonadas.
El gobierno ha dicho que no va a dialogar con terroristas, ¿cómo entablar una negociación con grupos que usan la violencia como mecanismo de presión?
Siempre hay especialistas, mediadores. Siempre estamos nosotros, las Naciones Unidas, que somos especialistas y los encargados en el mundo, para establecer los principios de la construcción de la paz, del mantenimiento de la paz y del sostenimiento de la paz. Hay grupos especializados de negociación para este tipo de situaciones.
¿Han puesto a consideración del gobierno estos equipos de negociadores?
Por supuesto que sí. El gobierno lo sabe, como también lo saben las más altas autoridades que tienen relaciones con las autoridades internacionales.
¿Qué acciones se van a realizar para concretar esto?
He puesto a consideración todo mi contingente humano de capacidad, de conocimiento y de contactos para que se regrese a ver al Ecuador, en el contexto internacional, como un país que sigue luchando por su esperanza y su título bien ganado de ‘isla de paz’.
Los familiares de los periodistas asesinados exigen los cuerpos y los de la pareja secuestrada actualmente, su retorno con vida, sin embargo, pasa el tiempo sin una respuesta positiva.
Expreso a los familiares y a la sociedad en su conjunto mi profunda solidaridad. Ecuador tiene mecanismos interinstitucionales e internacionales suficientes que están organizados para hacer este trabajo. Depende de las decisiones y acciones que se tomen desde las más altas esferas del gobierno para seguir para adelante en ese objetivo (recuperar los cuerpos y a la pareja de secuestrados). Las Naciones Unidas solo participa bajo petición del Estado y nosotros esperamos que se concrete ese llamado del Estado parte porque todos somos Naciones Unidas.
Ecuador y Estados Unidos firmaron el mes pasado un convenio que apunta a contribuir en la seguridad ante amenazas internacionales como el narcotráfico.
Los parámetros han sido establecidos por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que alienta este tipo de convenios. Es una orden impuesta en los países del mundo al tenor del Capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas que se preste apoyo sobretodo de capacitación institucional para sacar adelante la cooperación internacional, de modo que ese convenio con Estados Unidos y todos los convenios, que con las mismas razones se puedan firmar, son absolutamente bienvenidos.
No obstante, representantes de organismos de Derechos Humanos advierten que se podrían ocurrir excesos que podrían derivar en más violencia
Me gustaría que todos tuviéramos jornadas para poder conocer la estrategia de las Naciones Unidas para la seguridad, el contraterrorismo y la no radicalización, de modo que nos pudiéramos dar cuenta que los derechos humanos son una parte esencial de estos convenios. No puede haber derechos humanos, ni paz, ni seguridad, ni respeto, si no hay estricto cumplimiento de nuestros compromisos internacionales.