El equilibro entre el deseo y la realidad es primordial para Félix Sánchez al momento de establecer sus objetivos con Ecuador.
Si bien la Copa América es un torneo que lo ilusiona, para él no es obligación ganarla.
La Tri junto a la selección de Venezuela son las únicas escuadras que no han levantado el trofeo continental en su historia. Lo más cerca que estuvo el conjunto de la mitad del mundo fue en 1959 y en 1993, cuando obtuvo el tercer lugar en la competición.
Esta deuda pendiente ha perseguido a más de un entrenador en combinado nacional. Con Gustavo Alfaro, antecesor del español, el equipo tricolor llegó hasta los cuartos de final en 2021, donde fue eliminado.
De cara a la siguiente edición del certamen, jugadores como Pervis Estupiñán o Ángelo Preciado han mencionado que Ecuador debe apuntar al primer puesto. Dentro de sus aspiraciones se encuentra levantar la presea.
La mirada cautelosa de Félix Sánchez
Pese al ideal y a la emoción que aquello puede generar, Sánchez ha preferido ser más cauto. En diálogo con EL COMERCIO y Bendito Fútbol, este le restó presión al equipo en el torneo y optó por ubicar el escenario en el cual se encuentra la escuadra actualmente.
“Una Copa América es un torneo distinto a una eliminatoria. Creo que puede pasar cualquier cosa. En esos campeonatos, el empezar bien te da una confianza y se crea una dinámica para poder conseguir algo grande. Creo que también hemos de ponernos retos altos, pero tampoco adquirir la presión de que somos favoritos ni que vamos a ganar una Copa América, básicamente porque tampoco nunca se ha conseguido antes”, manifestó Sánchez.
A pesar de que el entrenador de Ecuador prefiere mantener los pies en la tierra, aquello no significa restarle importancia a hacer un buen papel. “Iremos con la ilusión de llegar lejos y competir contra todos. En el campeonato hay mil factores que puedan hacer que vayas para arriba o te quedes a mitad del camino”, agregó.
Las emociones en Ecuador
Para el entrenador Félix Sánchez está claro que hay que ser ambicioso y ponerse retos difíciles y trabajar para eso, pues ayuda al crecimiento. Sin embargo, sostiene que dentro de ello hay que saber manejar las emociones y ser realista para que, aunque no se alcancen tales objetivos, no se desmerezca el proceso y el golpe con la realidad tampoco sea drástico.
“Creo que los jugadores, con nosotros a su lado, hemos de gestionar bien. Internamente, sobre todo, porque al final la opinión de la gente no la vas a poder cambiar. Y la gente, evidentemente, está en su derecho, pero también nos crea ilusión que piensen que se puede conseguir algo grande, pues confían en los chicos”, concluyó Félix Sánchez.