El expresidente de Barcelona, Isidro Romero Carbo, se tomará un mes más para decidir si participa en las elecciones del club, que están previstas para el 5 de octubre. Su decisión la anunciará el 30 de agosto.
Así lo reveló Romero en una entrevista concedida a Mario Canessa para su canal de Youtube, en la que descartó haberle dado su apoyo a José Francisco Cevallos, quien busca la reelección y sería su contrincante en caso de que Isidro decida participar en las elecciones.
«Yo no apoyo a Cevallos, estuve almorzando con él, como he almorzado con (Carlos Luis) Morales y otros exjugadores que son mis amigos. Nada más. Yo le dije a Cevallos que si quiere seguir en Barcelona es su decisión, no la mía», contó Isidro Romero.
«Cevallos, para mí, no ha hecho las cosas bien y si me lanzo a la campaña le diré lo que tenga que decirle. Pero ahora no, porque no estoy en campaña», agregó.
‘Las cuentas no están claras en Barcelona’
El expresidente canario también se refirió en la entrevista con Canessa a los ámbitos deportivos y financieros actuales del club. «Cevallos lleva cuatro años y ha logrado un solo campeonato, pero lo que me preocupa es el mundo económico de Barcelona. Las cuentas no están claras. Dicen que deben $ 21 millones, que son $ 30 millones, ¡pero nadie sabe! y nadie sabe lo que deben porque ellos no lo dicen».
Sin embargo, las deudas no le preocupan a Romero porque a su criterio «se pueden utilizar instrumentos financieros en el mercado para pagar lo que se debe».
Romero reconoció que fue un error haber intentado repetir en el 2005 la etapa de éxitos que tuvo en dos periodos anteriores al frente de Barcelona (1982-1986 y 1990-1997) cuando armó los planteles que lograron seis titulos nacionales y llegaron dos veces a la final de la Copa Libertadores (1990 y 1998).
En el 2005 Romero ya no residía en Ecuador y sin su supervision constante el equipo no rindió. Renunció mediante una carta enviada desde España, apenas un año y 24 días después de tomar el cargo, por «falta de tiempo».
Pero ahora es diferente, dijo: «Ya vivo aquí otra vez. Podría coger la institución y trabajarla con el estilo que lo hice antes… el 30 de agosto decido si voy a las elecciones para la presidencia de Barcelona o no voy. Por ahora no tengo que hacer campaña, la gente me conoce y la historia ya está escrita. Si me lanzo, eso no debería llamar la atención de nadie».