La felicidad de Israel Jiménez, quien ayudó a su esposa Daysi a alumbrar a su hijo en un taxi, se vio truncada luego de que este miércoles en la mañana recibiera una llamada de ella, desde la Maternidad del Guasmo Matilde Hidalgo de Procel. Lloraba desconsoladamente y le dijo que el bebé había nacido con el ano cerrado.
“El bebé no quería coger el seno y lloraba mucho, mi esposa pensó que tal vez tenía el pañal sucio y cuando lo revisó se dio cuenta”, contó el padre. Aseguró que el lunes, luego de que llegaran a la maternidad en una ambulancia, el bebé fue revisado y en Información le dijeron que su bebé, a quien llamó Ángel Emanuel, estaba sano.
“Hoy yo iba a sacar a mi mujer y al bebé, que ya recibían el alta, pero ahora nos vamos a otro hospital”, contó este miércoles el hombre, que se subió en una ambulancia junto con su esposa y su pequeño. El recién nacido iba dentro de una incubadora junto con dos enfermeras.
Ellos fueron al Hospital de Niños Francisco de Ycaza Bustamante. Ahí lo iban a intervenir la tarde de ayer.
Ángel es el tercer hijo de la pareja. Ellos tomaron un taxi informal en la calle Pedro Pablo Gómez, en el centro, y se dirigían al hospital Universitario, pero como estaba a punto de nacer “nos redirigimos a la maternidad del Guasmo”.
Richard Murillo es el conductor que llevaba a la pareja. Él ayer acudió a la maternidad al enterarse de que el niño tenía una malformación.
Contó que vivió momentos de tensión cuando conducía al hospital y explicó que cuando manejaba por la calle Antepara el niño nació y paró de inmediato la marcha del vehículo.
“Gritó dos veces la señora, la tercera vez que pujó, escuché el llanto del bebé, entonces llamé al 911 y ellos nos indicaron que debíamos amarrar el cordón umbilical”, relató.
Ana Mejía, médica de la maternidad del Guasmo, indicó que el bebé nació prematuro, a las 36 semanas. (El Universo)