De aquel sueño de juventud queda la foto de un tríptico. Guillermo Celi Santos repartía ese papel cuando era estudiante de Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador y había formado, junto con sus compañeros, el movimiento Cambio, Responsabilidad y Excelencia Estudiantil (CREE). Entusiastas, ahí dejaron escrito que serían una organización política nacional.
Eran finales de los noventa. Celi era compañero de Mauricio Rodas. Cuando acabaron la carrera, siguieron en contacto con otros amigos y, diez años después, constituyeron Sociedad Unidad Más Acción (SUMA). Hoy, Celi es candidato a la Presidencia de la República por ese movimiento político.
Nació en Portoviejo en 1976. De su niñez atesora los momentos con sus primos en la finca de su abuelo materno. Con machete y garabato en la mano, cosechaba frutas y alimentaba a los animales.
La música y el básquet ocuparon mucho espacio en su juventud. Formó con sus amigos un grupo de rock que tuvo muchos nombres, pero el más popular fue Anónimos. Él era el baterista. Los temas de Maná y Duncan Dhu formaban la mayor parte de su repertorio.
También jugó en la Selección de Básquet de Manabí. Llevaba el número 6 en su camiseta. Su mayor triunfo fue el vicecampeonato del torneo nacional.
Estudió en el colegio jesuita Cristo Rey. “Guillermo era el tipo sociable, popular y a la vez era el abanderado… Era diferente al estereotipo del ñoño, del nerdcito”, recuerda su amigo César Delgado.
También era apasionado con las ideas. En su promoción no hubo elección del Consejo Estudiantil, pero sí debates sobre temas polémicos como el aborto. La posición de Celi era provida y profamilia, algo que mantiene hasta ahora. “Nos tomábamos muy en serio las posturas… Podíamos resentirnos dos días porque teníamos puntos en contra”, evoca Delgado.
En el Cristo Rey, que admite estudiantes mujeres desde los setenta, Celi conoció a su esposa, Edith Vélez Mendoza. Fueron compañeros de aula.
Se casaron a los 18 años. Cuando Celi iniciaba sus estudios en la PUCE, en Quito, ya era padre. Además, había conseguido un puesto en el Banco Nacional de Fomento.
“No tuvo una vida fácil. Tenía que mantener una familia y se daba tiempo para hacer política y era uno de los mejores estudiantes de la clase”, comentó un excompañero.
Mientras Celi daba sus primeros pasos en la política universitaria, su padre –Guillermo Celi Dávila– hacía política nacional. Fue ministro de Bienestar Social de Jamil Mahuad, entre 1998 y 1999. Él aplicó el Bono Solidario.
Recién graduado, Celi trabajó como coordinador de patrocinio en la Procuraduría General del Estado, cuando Ramón Jiménez Castro estaba al frente de la institución. Luego, se unió al estudio jurídico de Jiménez Castro, en Guayaquil.
En esa época también dio clases de Derecho en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y, más tarde, en la San Gregorio de Portoviejo.
En 2007 creó el movimiento Ecuador Pragmático, que tuvo protagonismo en la Asamblea Constituyente de Montecristi, adonde acudía para impulsar la autonomía de las provincias.
“Habría que modificar los actuales consejos provinciales para convertirlos en asambleas legislativas que formulen leyes que rijan a los habitantes de cada provincia”, escribió Celi en un artículo de esa época. Hoy cree que primero hay que fortalecer la autonomía de los gobiernos locales y luego debatir sobre la posibilidad de un modelo federativo con asambleas legislativas provinciales.
Otro pedido que hacía a la Constituyente era que la sede de la Asamblea Nacional se traslade a Manabí y que Manga del Cura, que estaba en disputa con Guayas, sea manabita. Como nada de eso se cristalizó, Ecuador Pragmático se inscribió en el Consejo Nacional Electoral para promover el no al referéndum de 2008, que consultó la aprobación de la nueva constitución.
La organización difundió dos campañas televisivas: “El consumo de drogas será un derecho” y “Di no al aborto”. El entonces presidente Rafael Correa criticó esas propagandas y el Consejo Nacional de Radio y Televisión las censuró.
Luego de la consulta, se llamó a elecciones. Celi fue candidato a prefecto de Manabí, en una alianza entre el Partido Sociedad Patriótica (PSP) y el Partido Social Cristiano (PSC). Quedó tercero con el 10 % de los votos.
Tras la derrota, trabajó con el entonces líder del PSP Humberto Guillén Murillo, quien ganó la Alcaldía de Portoviejo. Fue procurador del Municipio.
En todo ese tiempo, desde que dejó la universidad, Celi mantuvo contacto con Mauricio Rodas. Este regresó al país en 2011, tras una larga estadía en EE. UU. y México. Vino con la idea de formar un movimiento nacional. Su bandera ideológica era el modelo de gobierno responsable.
Rodas y Celi recorrieron el país dictando charlas sobre su propuesta, que recogía temas ambientales y de equidad de género, de lo cual hablaban poco los políticos en esos años. “Íbamos en transporte público y llegábamos a unos hoteles bien muertos de hambre; era parte del sacrificio”, cuenta un colaborador de ese proyecto.
En 2012 constituyeron el movimiento. En la transición de Ecuador Pragmático a SUMA, quedaron coidearios en el camino. Uno critica: “No existe democracia interna en el movimiento. No se escuchan más voces que no sean las de Rodas o de Celi”. Por eso él se alejó.
Rodas corrió por la Presidencia en 2013. Obtuvo el 4 % de la votación. Eso le dio exposición suficiente para que un año después arrebatara la Alcaldía de Quito al correísmo con el 59 % de votos a su favor.
Entonces Celi se hizo cargo del partido y tres años después, en 2017, se lanzó como asambleísta nacional, con éxito. SUMA obtuvo nueve curules, pero de esos legisladores quedan solo tres en el movimiento.
“Yo no vi liderazgo de Guillermo con los asambleístas. Le faltaba, quizás, credibilidad en las personas de su entorno”, criticó un excoideario.
Pamela Segarra, que trabajó con Celi en la Asamblea, tiene otra mirada: “Guillermo nunca tuvo compromisos con nadie. Si tenía que decir de frente las cosas a sus compañeros de bancada, él lo decía. Muy frontal. Eso le daba liderazgo”.
Celi se siente orgulloso porque se aprobaron dos leyes propuestas por él. Con ellas se crearon las zonas especiales de desarrollo económico, que exoneran de impuestos a las nuevas inversiones productivas en Manabí y Esmeraldas. La ley está hecha, pero falta que el Ejecutivo haga un reglamento. Y a eso va Guillermo Celi.
Sobre el candidato
Nombre: Guillermo Celi Santos
Ocupación: abogado y político.
Nacimiento: 5 de febrero de 1976
Edad: 44 años.
Estado civil: casado.
Hijos: 3.
Cargos públicos: coordinador de patrocinio en la Procuraduría General del Estado; procurador síndico del Municipio de Portoviejo, entre 2009 y 2012; y asambleísta nacional desde 2017 hasta septiembre de 2020.
Patrimonio: $ 23.400, según su última declaración jurada de bienes presentada a la Contraloría: $ 75.488 de activos y $ 52.088 de pasivos.
Impuestos: $ 13.952 de impuesto a la renta desde 2010.
(El Universo)