Un estudiante indonesio fue encontrado culpable de violar a 136 hombres en Manchester y pasará el resto de su vida en prisión.
Se trata de Reynhard Sinaga, de 36 años, quien de acuerdo con la fiscalía de la corona es el violador con más víctimas que haya sido juzgado en Gran Bretaña.
El sujeto acechaba a sus víctimas en el centro de Manchester, donde buscaba hombres intoxicados y se hacía pasar por buen samaritano ofreciéndoles un lugar donde dormir, para llevarlos a su departamento en Princess Street, cercano a numerosos bares.
Cuando estaban en su departamento, Sinaga los drogaba con sedantes —probablemente Gamma-hidroxibutirato (GHB), según la Fiscalía— y cuando estaban inconscientes, los violaba.
El violador grabó sus ataques en dos celulares. En total, le encontraron 3.29 teras de material extremadamente gráfico, equivalente a 250 DVDs; uno de los videos muestra un ataque sexual de ocho horas de duración.
La mayor parte de las víctimas no sabía lo que les había ocurrido, hasta que la policía las contactó.
Este caso empezó a ser investigado cuando uno de los hombres despertó mientras lo violaban, riñó con su agresor, le arrebató el teléfono con el que lo estaba grabando y fue a pedir ayuda a las autoridades.
El estudiante de geografía, quien llegó a Gran Bretaña en 2007, argumentó en su defensa que las víctimas estaban disfrutando de “hacerse muertos” para satisfacer una fantasía sexual, pero los jurados de Manchester no le creyeron.
Durante el juicio, se expuso que Sinaga conservaba pertenencias de sus víctimas como trofeos.
Las autoridades revisaron su cuenta de Facebook y encontraron un mensaje que le envió a un amigo presumiendo una de las víctimas sedadas: “era heterosexual en 2014. 2015 es su descubrimiento del mundo gay ja, ja, ja”.
También descubrieron que buscaba a sus víctimas en Facebook y otro mensaje siniestro: “toma un sorbo de mi poción secreta, haré que te enamores”.
“El caso se basó esencialmente en la evidencia que el propio Sinaga proveyó en sus videos, fotos y conservando trofeos. Esto implicó horas de análisis de grabaciones perturbadoras”, explicó el fiscal Ian Rushton.
“A pesar del peso de la evidencia que mostraba víctimas no responsivas, roncando e incluso vomitando, Sinaga intentó convencer al jurado de que sus acciones eran por sexo consensual”.
La última condena se dio en el cuarto juicio contra Sinaga y fue por 48 casos; previamente, ya había sido condenado a cadena perpetua en los otros juicios.