El hecho se registró el 17 de noviembre en el sector de La Argelia, en el sur de Quito. Inspectores de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) acudieron al lugar y se encontraron con el cadáver de un husky siberiano tendido en el césped. Le rodeaba una soga en su cuello.
Se llamaba Spayk y tenía un año con siete meses. Según las primeras indagaciones, la señora que presuntamente lo ahorcó lo hizo porque el cuadrúpedo se habría comido un animal de corral de su propiedad.
Una mujer que estaba al cuidado de Spayk contó a las autoridades que el verdadero dueño era un familiar suyo y que le dejó encargando al perrito mientras este salía de la ciudad. Ella relató que eran las 11:00 cuando ocurrió el hecho. Escuchó chillar a un perro y subió a la terraza de la casa de su abuela. Desde ahí, la testigo dijo que vio a Spayk colgado.
“Ya no iba a reaccionar (el can), yo no sabía qué hacer. Cogí y le tomé la foto y me bajé a avisarle a mi familia”.
Investigación
Los inspectores de la AMC le realizaron un acto de inicio de procedimiento administrativo sancionador a la mujer que sería responsable del hecho. Ella lo debe responder hasta el 27 de noviembre.
Holguín señaló que si la señora no lo hace, el proceso pasaría a fase de resolución, en el que una autoridad metropolitana impondría una infracción económica y el tiempo para que la pague.
Según el numeral 15 del artículo 3390 del Código Municipal de Quito, “ahogar o realizar cualquier otro medio de sofocación en contra de los animales” es sancionado con diez remuneraciones básicas unificadas (4.250 dólares).
Holguín añadió que en este caso también se aplica el numeral 21, que habla sobre sacrificar o causar la muerte de animales de compañía, en forma masiva o individual, y sea que estos se encuentren bajo su tenencia responsable o la de otros. Esto se sanciona con el mismo tipo de pago.
Si se comprueba la responsabilidad de la mujer, sería sancionada con 8.500 dólares.
A ‘cana’
Las autoridades municipales también iniciarán un proceso penal en contra de la señora que habría ahorcado al perro.
Holguín explicó que pondrán una denuncia en la Fiscalía con las evidencias que levantó la Unidad de Bienestar Animal, como el informe de los inspectores, el testimonio de la persona que reportó la alerta, la foto que ella había tomado y un video que grabó otro familiar.
En esta secuencia se puede ver cómo la mujer suspende al animal, mientras este se retuerce del dolor. El video se volvió viral en redes sociales y causó indignación entre los internautas.
Otra prueba sustancial serán los resultados que arroje la necropsia que le hicieron al cadáver de Spayk. El Código Penal, en su artículo 250, explica que la persona que mate a un animal que forma parte de la fauna urbana será sancionada con prisión de seis meses a un año. En este caso la pena puede aumentar a tres años si se comprueba que “la muerte se produce como resultado de actos de crueldad”.