Hasta tres veces más que el último seleccionador de Ecuador podría cobrar el alemán Jürgen Klinsmann, “el gran nombre” –según Carlos Manzur, directivo de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF)–, entre los candidatos “que están en Europa” y que se perfilan a ocupar el cargo que dejó, en julio pasado, Hernán Darío Gómez.
La proyección se desprende del informe económico 2016-2017 de la Federación de Fútbol de EE. UU., cuya selección nacional estuvo bajo el mando del técnico germano desde el 2011. De acuerdo con el documento, Klinsmann –despedido a fines del 2016– recibió $3’300.000 aquel último año fiscal.
En tanto, según el presupuesto aprobado para el 2019 de la FEF, el colombiano Gómez debía ganar $ 1’046.455 este año; no obstante, su salida se dio a medio camino.
La diferencia presupuestaria en caso de que el exentrenador del Bayern de Múnich de la selección teutona asuma la conducción de la Tri “debe pensarse y decidirse con tranquilidad”, a criterio de Polo Carrera, exseleccionado nacional.
“No sé si Klinsmann esté al alcance (económico) de la FEF, si el dinero de la FEF alcanzará para pagarle. Me parece que tres millones de dólares es (un monto) muy oneroso”, opinó ayer el talentoso exvolante.
En esta línea, enfatizó que “no se puede desconocer que Klinsmann es un técnico de prestigio (logró el bronce en el Mundial del 2006 al mando de Alemania y lideró a EE. UU. a octavos de final del torneo de Brasil 2014), pero debe verse si le alcanza a la Ecuafútbol”.
Con Carrera coincidió otro exseleccionado tricolor, Juan Carlos Burbano, para quien “antes de hablar de dinero (que cobraría el próximo DT de Ecuador), lo importante es la capacidad de un entrenador que además se pueda ajustar al presupuesto de la federación”.
“Es importante que el entrenador que venga devengue su sueldo con todo lo que esto implica”, agregó el exvolante.
Aquellas consideraciones las prevé la FEF, según Manzur: “La parte económica (al contratar al próximo seleccionador) es muy importante. No son cifras ni condiciones muy fáciles (de manejar) por los técnicos de renombre. No hay nada cerrado ni definido con los entrenadores en diálogos”. (EL UNIVERSO)
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