La contratación pública enfrenta otro ‘bache’. A las irregularidades por actos de corrupción, los vacíos legales y la falta de archivos se suma la capacidad -o falta de ella- de los servidores públicos a cargo de las compras del Estado.
Las evaluaciones evidencian que los burócratas no dominan el tema que movió, solo en 2018, más de 6.125 millones de dólares.
El año pasado, el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) certificó a los empleados estatales que se inscribieron para medir sus conocimientos en contratación pública. Es decir, en los procesos preparatorios, precontractuales, contractuales y de administración de adquisiciones del Gobierno central, empresas públicas, municipios, prefecturas, entre otros.
El resultado no fue alentador. En la “evaluación para la certificación de competencias como operadores del Sistema Nacional de Contratación Pública” se inscribieron 5.225 burócratas. De ellos, 3.146 rindieron el examen y solo 403 obtuvieron la calificación necesaria para recibir la certificación. Es decir, 13 % de los funcionarios que realizan contrataciones.
Silvana Vallejo, directora nacional del Sercop, cree que la evaluación es positivaporque permite conocer las necesidades y falencias. Ahí, dijo, se centrarán las capacitaciones que se realicen en este año.
¿Cuáles son los puntos más débiles? El Sercop determinó que los procesos preparatorios -donde se establecen las necesidades de un contrato- y la administración de los contratos firmados son los eslabones con más fallas. Un dato que alerta porque son las fases que determinan en mayor medida el correcto uso de los fondos y bienes públicos. (Expreso)
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