Los nuevos hipotecarios a una tasa de interés de 4,99 % y a 20 o 25 años plazo, cancelando una entrada del 5 % son para las constructoras una oportunidad de potencializar el sector, aunque les preocupa la demanda.
La tasa preferencial se concreta tras la emisión de un bono social por $400 millones que realizó el país con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Se creará un fideicomiso para administrar créditos.
“Vemos con buenos ojos esta iniciativa porque se logra una tasa de interés del 4,99 %, que hace que la compra de una vivienda sea más accesible, que se acerque al costo del arriendo”, asegura Henry Yandún, vocero de Constructores Positivos.
Afirma que lo “novedoso” es la inclusión del sector privado: “Lo bueno es que la persona no tiene que recurrir al sector público, esto es una cosa de privado a privado”.
Jaime Rumbea, representante legal de la Asociación de Promotores Inmobiliarios del Ecuador (Apive), señala que la colocación del bono es pasar a un “esquema virtuoso”.
“La expectativa es pasar el círculo vicioso a un esquema virtuoso”, indica.
Señala que también hay desafíos como el tiempo de registro de los proyectos de vivienda: “Que se asegure que esto se va a dar sin trabas porque en el pasado los trámites de registro eran engorrosos”.
Apive tiene 21 empresas promotoras inmobiliarias y agrupa a más de 50 proyectos. Al menos seis de ellos están en proceso de registro en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi) desde los primeros días del 2020.
Silverio Durán, presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), dice que la iniciativa es positiva, aunque le preocupa la demanda de viviendas.
“Lo que nos preocupa es la demanda, esta se produce en los empleos fijos que tienen un ingreso que les permita a los ciudadanos obtener créditos hipotecarios y esa demanda últimamente ha decaído por la situación del país”, explica.
Durán dice que si la demanda marcha bien se generan nuevos empleos directos e indirectos.
“La construcción activa otros sectores como cerámica, transporte, restaurantes frente de la obra”, asegura Yandún. Y pide ser optimistas.
Este mismo mensaje extiende Rhonda Cevallos de Torres, vicepresidenta de Planificación y Desarrollo de la constructora Ambiensa.
“Hay que sobreponerse a la crisis y ver la forma cómo salir. Siempre hay que buscar las posibilidades”, menciona.
Ambiensa tiene dos proyectos en Chongón con esta modalidad: Bella Vita y Bosquetto.
El primero, de interés social, se calificó en el 2019 en el Miduvi; el segundo, de interés público, se está registrando. (El Universo)