El Telégrafo.- Al escuchar sobre la leche de cucaracha, una de las primeras preguntas que llega a nuestra mente es ¿realmente son capaces de producirla? Y la respuesta no solo es afirmativa, sino que también podría considerarse un superalimento del futuro.
Aunque puede sonar desagradable, estudios confirman que la leche de cucaracha contiene tres veces más calorías que la leche de búfala. Esta última se destaca por ser la leche de mamífero con mayor aportación calórica.
Según una investigación del Journal International Union of Crystallography, para obtener la leche de la cucaracha, los expertos tienen que esperar alrededor de 40 días. Una vez que el insecto maduró, tuvo a sus crías y empezó a darles de comer, se le debe matar y escarbar el saco donde se encuentra la leche que se solidifica en cristales.
El producto no se parece a la de otros mamíferos, ni a la vegetal de almendra o avena. Es un fluido más amarillento que proviene de una especie en particular: la Diploptera punctata. Esta es la única especie de insecto que da de comer a sus crías con un alimento de este tipo. Además, debe ser criada en espacios adecuados para garantizar la salubridad del líquido.
Pero las calorías no son el único beneficio del alimento producido por las cucarachas. Este también contiene proteínas y aminoácidos en proporciones considerables que aportan al bienestar humano.
Al respecto, un análisis del Instituto de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa en la India demostró que la leche de cucaracha tiene un alto valor nutritivo, ya que brinda proteínas, carbohidratos y lípidos. Ellos extrajeron el fluido por primera vez en 2016 y, a partir de ello, las investigaciones se expanden para determinar la viabilidad de consumir este superalimento del futuro.