La neumonía mata a más de 3.500 personas al año en Ecuador

La neumonía ya era la primera causa de mortalidad hospitalaria en el país, según datos oficiales que incluyen solo a los que fallecen en los hospitales, desde antes de que se decretara el 11 de marzo pasado la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus.

El último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indica que 1701 hospitalizados mueren por neumonía al año. La cifra sube a 4021 al incluir, al total de muertos por esta causa, a los que fallecieron en sus domicilios o fuera de una casa de salud. Desde el 2013 se registra un promedio anual de 3570 decesos debido a esa enfermedad respiratoria.

La tasa neta de mortalidad hospitalaria –incluye a los que mueren después de 48 horas de estar hospitalizados y es la que recomienda usar el Ministerio de Salud Pública (MSP)– subió en los últimos 25 años. Pasó de 11,2 decesos por cada mil pacientes dados de alta en 1995 a 13 por cada mil egresados hasta antes de la epidemia del coronavirus, según el INEC.

Las muertes por cada mil egresos hospitalarios venían bajando. Incluso en 2006 y en 2012 se dieron 8,6 y 9,9 decesos por cada mil dados de alta, en ese orden, pero el aumento de la capacidad de atención provocó una mayor búsqueda de los servicios estatales, indica Diana Molina, subsecretaria nacional de Gobernanza de la Salud Pública.

El repunte será mayor cuando se incluya a los fallecidos por COVID-19, un nuevo factor de riesgo coinciden los especialistas consultados.

Si empezamos a tener miles de casos de neumonía por coronavirus, se va a disparar la estadística al menos en este 2020”, dice Ernesto Carrasco, entrevistado por este Diario el 17 de marzo último cuando era presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, justo antes de ser designado viceministro de Salud.

Milenny, de 56 años de edad, tiene el COVID-19 confirmado por laboratorio que le provocó una neumonía leve, contra la que lucha con medicación recetada. Llegó a ese diagnóstico tras presentar tos seca, escalofrío, decaimiento y fiebres esporádicas de hasta 38 grados desde el 18 de marzo pasado.

Ella permanece en casa, donde recibe atención médica privada. “Los síntomas van y vienen, hay días en que los tengo, otros no”, asegura.

Enrique Jaramillo, jefe de Neumología del hospital Luis Vernaza de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, dice que la neumonía se origina cuando un germen que está en el ambiente ingresa por la vía aérea (nariz, boca) y se deposita en el pulmón. “Luego se multiplica y empieza a provocar una infección y consecuencias, como una gran dificultad respiratoria”, agrega.

La mayor incidencia se da en las personas con un sistema inmunológico débil. El coronavirus produce la neumonía, pero la hay de origen comunitario, de los hospicios, la hospitalaria que ingresa cuando la boca está conectada a una máquina para respirar. Esta, dice Jaramillo, es más severa porque las bacterias de los hospitales son más resistentes a los antibióticos.

La automedicación o no completar las recetas hace que la persona sea más propensa a que las bacterias desarrollen resistencia a la medicación.

El coronavirus es nuevo, entonces se desconoce su comportamiento, lo que pone en alerta al mundo. “En la actualidad no tenemos cómo contrarrestarlo. Lo que se hace es tratar todo lo que está produciendo: si la infección produce una insuficiencia respiratoria, se trata esta, uno da antibióticos porque después de la infección viral viene la bacteriana, entonces se da tratamiento para matar las bacterias, pero no se puede matar al virus”, indica.

La mortalidad por enfermedades respiratorias crónicas pasó de 27 por cada cien mil habitantes en 2000 a 20 por cada cien mil en 2009. Desde entonces se incrementa en el país hasta llegar a los 25 por cada cien mil habitantes, según el informe Indicadores básicos 2019: Tendencias de la Salud en las Américas.

Carrasco asegura que la resistencia bacteriana está en aumento. “Los antibióticos en 1995 tenían mucho más efecto que ahora”, lo que podría haber incidido en el aumento de la mortalidad hospitalaria.

La venta indiscriminada de antibióticos sin receta médica ha generado superbacterias. Una que puede tener relación con el aumento de la neumonía hospitalaria, dice Carrasco, es la Klebsiella pneumonie carbapenemasa (KPC), que es endémica de los hospitales y provoca una neumonía mortal. Esta es más común en los que se quedan más días hospitalizados.

La tasa de letalidad hospitalaria por neumonía es de 39 por cada mil que son dados de alta de la red de hospitales del país con esa enfermedad. Hace 25 años morían 42 por cada mil egresados. La reducción mínima responde, indica Jaramillo, a que hay un mayor acceso al sistema de salud.

Ángel Moreno, director asistencial del Hospital General Guasmo Sur de Guayaquil, dice que el clima del Ecuador es propenso a que se propaguen las insuficiencias respiratorias provocadas por procesos neumónicos: “Pacientes con patologías que los inmunodeprimen, como la diabetes o la obesidad mórbida, hacen que bajen las defensas y sean susceptibles a cualquier patología respiratoria”.

Las muertes por las neoplasias malignas (cáncer), que es de 96 por cada cien mil pobladores en Ecuador según Indicadores básicos 2019: Tendencias de la Salud en las Américas, también inciden en la mortalidad hospitalaria. Si se suman todas las muertes en hospitales originadas por tumores malignos, subiría al primer lugar como principal causa de defunciones, superando a la neumonía. Estos fallecimientos se evidencian en el listado oficial distribuido según la localización del tumor.

La radiación solar, el tipo de alimentación, el uso de aparatos electrónicos, el cambio en los estilos de vida están impactando el listado de las principales causas de muerte general, señala Carrasco.

La incidencia del cáncer tiene una tendencia estable, añade Rina Quinto, jefa de Campaña Preventiva del hospital de Solca en Guayaquil, y se incrementa poco a poco porque al aumentar la población sube el riesgo a la exposición de ciertos factores. “

En los años 60 y 80 Ecuador era considerado un país pobre donde se moría la mayor cantidad de gente con enfermedades infecciosas, ahora es un país de ingresos medios altos con tecnología sanitaria óptima en las principales ciudades, pero estamos expuestos a los factores del mundo industrializado, somos trabajadores de tiempo completo, ha aumentado el número de fumadores, el alcohol, la exposición al sol, ahora se consumen más productos procesados, embutidos, congelados”, dice. (El Universo)

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