La tarde del lunes 22 de diciembre de 2025, un ataque armado en la parroquia San Isidro, cantón Sucre, provincia de Manabí, dejó siete personas muertas, según informaron las autoridades. El hecho ocurrió alrededor de las 13:30, dentro de una cantera ubicada en el sector Chimborazo, en una zona rural de la región. De las siete víctimas, seis fueron hombres y una mujer. La policía ha iniciado una investigación para esclarecer los motivos del ataque y dar con los responsables.
Los primeros informes de la Policía Nacional señalan que un grupo de hombres armados llegó a la cantera y realizó un ataque múltiple. Este suceso ha causado gran preocupación entre los habitantes de la zona, quienes, al escuchar los disparos, se resguardaron en sus hogares por temor a que se produjeran más enfrentamientos. Este tipo de incidentes genera un ambiente de inseguridad que afecta tanto a la población local como a las autoridades encargadas de la seguridad.
Entre las víctimas identificadas se encuentran Carlos García, de 25 años; Ana Luque Ormaza, de 24 años; y Roque Vélez Solórzano, de 36 años, quien era obrero del Municipio del cantón Sucre. También perdieron la vida Pablo Medina Chávez y su hijo Eduardo Medina Loor. Asimismo, se identificó a Edison Vélez, mientras que la séptima víctima aún no ha sido confirmada. El reporte policial detalló que algunos de los cuerpos fueron encontrados en diferentes puntos cercanos a la cantera.
Según el informe de la policía, los cuerpos de Carlos García y Roque Vélez Solórzano fueron hallados junto a una vía lastrada cercana a la cantera. Por su parte, el cuerpo de Ana Luque Ormaza fue encontrado dentro de una vivienda, junto a los de otros cuatro hombres. Las autoridades confirmaron que todas las víctimas presentaban múltiples impactos de bala, lo que sugiere el uso de armas de fuego de alto poder durante el ataque.
El contexto de inseguridad en la provincia de Manabí ha ido en aumento en los últimos meses. En lo que va del año, se han registrado más de 1.200 muertes violentas en la jurisdicción, además de al menos 15 masacres, cada una con más de cinco víctimas. Ante esta situación, las autoridades continúan con las investigaciones para esclarecer los hechos y detectar posibles conexiones con grupos criminales que operan en la región. Los organismos de seguridad están trabajando en recabar pruebas balísticas y testimoniales para avanzar en el proceso judicial correspondiente.










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