Momentos de tensión e incertidumbre se viven en las familias de Viviana y Ana (nombres protegidos). Ellas denunciaron en la Fiscalía de Pichincha que sus hijas, Samantha y Cristina, de 4 y 3 años respectivamente, fueron víctimas de abuso sexual en el centro infantil en donde las dejaban para que las cuiden, en el norte de Quito.
A Viviana se le quiebra la voz al recordar lo que pasó con Samantha. Al mediodía del sábado 2 de febrero del 2019, ella contó que bañó a la pequeña en su departamento y la llevó a su habitación para cambiarle de ropa. En esos momentos, la madre le aconsejó que nadie puede tocar sus partes íntimas y la infante la regresó a ver con una expresión de asombro.
Ante esa reacción, Viviana se asustó y le preguntó: “¿qué ocurrió? ¿alguien te hizo algo?” Su hija le contestó que un hombre que trabaja en el centro infantil la tocó. También le dijo que él le había enseñado sus partes íntimas cuando estaba junto a su compañera de aula, Cristina.
Viviana entró en pánico y se contactó de forma inmediata con la madre de Cristina, Ana. Con el testimonio de la pequeña, Ana se enteró de que la maltrataban y tocaban en ese centro. Luego notó que tenía inflamación en sus partes íntimas, por lo que las dos mamás denunciaron lo que pasaba ante la Fiscalía.
Lo hicieron luego de que las dos niñas se sometieran a peritajes y exámenes psicológicos. Se abrió una investigación en contra del empleado del centro.
Las afectadas piden que el caso no termine en la impunidad y se lo investigue hasta las últimas consecuencias. (El Comercio)