Un día que debía ser de recreación vacacional para un grupo de niños en Coahuila, México, se convirtió en un velorio. El niño identificado como Andrés Zarate, murió de repente el miércoles pasado, mientras jugaba en la piscina de la ‘Aldea mágica’, localizada en Saltillo durante su hora de recreo.
Los menores que se encontraban con el pequeño de cinco años nadando en la piscina, se percataron que su cuerpo, que no realizaba ningún movimiento, se hallaba debajo del agua. Así, alertaron a los supervisores del campamento, quienes se dirigieron a sacar a Andrés del agua e intentaron reanimarlo sin obtener ninguna señal de sus signos vitales según el portal Infobae.
Personal de emergencias llegó con tan solo unos minutos de demora, el menor fue trasladado al hospital privado Murgueza, donde se confirmó su descenso. Los doctores de la Institución creían que la causa de la muerte se debía a una negligencia por parte de la guardería anfitriona del campamento, por lo que la Policía abrió una investigación contra el lugar.
De acuerdo con El Zócalo, Héctor Gutiérrez Cabello, subdirector de Protección Civil de Saltillo, anunció que la escuela tenía permisos para impartir clases de kinder, primaria, secundaria; no obstante, ellos no contaban con ningún tipo de licencia para realizar actividades como las de este tipo.
El cuerpo de Andresito fue llevado para la autopsia que demostró que, un paro cardiaco fue lo que terminó con su vida. La institución que realizó el campamento se encuentra clausurada por el momento.
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