El agente Oswaldo Ramiro Yanangomes Riera, de 47 años, estaba ‘quemando’ sus ‘últimos cartuchos’ en la Policía Nacional, pero la muerte lo alcanzó antes de colgar su uniforme. El gendarme, quien había pedido la baja luego de 20 años de servicio, fue acribillado en la vía a San Carlos, Los Ríos, en la mañana del 4 de febrero cuando se trasladaba a su trabajo, en la ciudad de Babahoyo.
Yanangomes, quien residía en Quevedo, tomó la camioneta de su padre para movilizarse hasta su lugar de labores. Pero cuatro pillos, según el coronel Fernando Vaca, jefe de la subzona Los Ríos, lo interceptaron y dispararon para bajarle’ la ‘nave’, esa es la hipótesis que se maneja hasta el momento.
El servidor policial al ser disparado, procedió a sacar su arma y reaccionó frente a los antisociales, quienes le propinaron alrededor de cuatro tiros. En ese momento se atrincheró debajo del vehículo.
“Como policía reaccionó y utilizó las llantas de su carro como parapeto, sin embargo las balas dañaron órganos vitales que le quitaron la vida. Los delincuentes salieron huyendo del lugar”, explicó.
En la morgue de Quevedo, los agentes policiales realizaron las pericias para poder ejecutar las investigaciones correspondientes del caso.
Mientras que los familiares realizaban los respectivos trámites para poder sacar el cadáver del centro forense y así poder darle cristiana sepultura.