El presidente, Juan Manuel Santos, aseguró este sábado que las elecciones en Colombia para elegir a su sucesor que se celebrarán este domingo serán las «más tranquilas, más seguras y más transparentes de la historia» del país.
Se han contabilizado más de 3.500 observadores y más de 190.000 testigos electorales, según informó Juan Carlo Galindo, Registrador Nacional.
«Junto con las elecciones de marzo pasado para elegir al nuevo Congreso, cumpliremos el primer ciclo completo de elecciones nacionales sin la amenaza del conflicto armado con las FARC», aseguró en una declaración antes de la primera vuelta de las elecciones que se celebrará mañana.
Además del fin del conflicto con las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla en armas del país, ha declarado un cese el fuego durante las elecciones.
Por todo ello, Santos invitó a los colombianos a que mañana participen «masivamente, alegremente y pacíficamente» en una decisión que considera «importante» para el futuro de Colombia.
Asimismo, dijo que han «dado plenas las garantías a todas las campañas, a todos los candidatos» para que recorran el país y presenten a los ciudadanos sus propuestas e ideas.
«Ahora le toca el turno a los ciudadanos. A ustedes les corresponde elegir quién representa mejor sus esperanzas y sus preferencias», le dijo a los colombianos.
Por ello, les pidió que voten al candidato de su preferencia «sin temores, ni presiones».
Para la primera vuelta de las elecciones, el candidato uribista Iván Duque acude como favorito en todas las encuestas por delante del izquierdista Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, y de Sergio Fajardo, de la Coalición Colombia (centro-izquierda).
También aspiran a la Presidencia de Colombia el derechista y exvicepresidente Germán Vargas Lleras, del movimiento Mejor Vargas Lleras, así como el liberal Humberto de la Calle.
En caso de ser necesario, la segunda vuelta se celebrará el próximo 17 de junio.
Inicia la votación de migrantes en Australia
La mayoría de 11.031 colombianos habilitados para votar en Australia iniciaron ya su votación para elegir al próximo presidente de su país.
En el consulado de Sidney, la votación en estas elecciones presidenciales, las primeras que se celebran tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se lleva a cabo el domingo con normalidad, según constató EFE.
Para Silvia Rojas, una colombiana que reside en Australia desde hace 9 años, el votar «es muy importante porque es una manera de hacer país, aunque uno esté lejos», según dijo a Efe a las afueras del consulado.
«Hay mucha conexión, la familia está allá y hay muchas razones por las que muchos están acá, algunas de ellas de carácter político entonces (…) esto crea la necesidad de ejercer el voto», comentó por su lado Leonardo Huertas, quien reside hace diez años en el país oceánico.
Huertas comentó que «a pesar de que la gente está más metida en política por el acuerdo de paz» no le da un carácter especial a estos comicios porque «el proceso democrático siempre ha existido» en su país.
En las ciudades de Sídney y Camberra, que cuentan con 4.144 y 375 ciudadanos colombianos inscritos, los centros de votación estuvieron abiertos desde el lunes pasado, aunque se espera que el grueso de los votantes ejerza su derecho a voto este fin de semana.
Las autoridades colombianas también han instalado hoy centros de votación en las ciudades de Melbourne, con 3.946 colombianos inscritos, Perth (800) y Brisbane (1.766), según informaron a Efe fuentes diplomáticas del país.
Según datos de la Cancillería colombiana, la participación de los colombianos en el exterior en estos comicios casi se ha triplicado respecto a los comicios del 2014.
Cerca de 73.000 residentes en el extranjero ya habían ejercido hasta el viernes pasado su derecho a voto, mientras que en las elecciones de 2014 habían participado 18.000 personas hasta la misma fecha.
El potencial electoral de colombianos en el exterior es de 819.000 personas, con una mayor presencia en Estados Unidos, con 265.000 emigrados; Venezuela, con 215.000 y España, con 116.000. (El Telégrafo)