Es un gasto casi permanente para el Estado. La contratación de obras artísticas y fiestas es habitual incluso cuando no debería serlo. Durante la emergencia sanitaria derivada de la propagación del coronavirus, por ejemplo, pequeños gobiernos autónomos descentralizados (GAD) mantuvieron sus procesos en marcha. La mayoría asegura que no pagarán por las adjudicaciones, aunque las transacciones están vigentes en el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop).
Entre enero y mayo, según el reporte de compras del Estado, se firmaron contratos para fiestas por más de 17,6 millones de dólares. En marzo, abril y mayo, meses de plena emergencia médica, el rubro fue de 1,4 millones de dólares para festividades.
En ese grupo de compras está el Municipio de Ibarra. El gobierno local adjudicó un contrato por 104.000 dólares para sus fiestas anuales.
EXPRESO consultó con la alcaldesa de la ciudad, Andrea Scacco, sobre el gasto para la organización de eventos culturales masivos cuando el país vive una etapa de distanciamiento social. Ella respondió que, pese a que el proceso decía lo contrario hasta el mes pasado, la contratación será dada de baja y se buscará al proveedor seleccionado para finalizar de mutuo acuerdo el contrato. El concurso se realizó en marzo y hasta el mes pasado no se cumplía con la terminación ofrecida por la autoridad.
Lo mismo se asegura en juntas parroquiales que asignaron contratos para fiestas en medio de la emergencia.
En la Concordia, Santo Domingo, también se desarrolló una contratación para eventos artísticos masivos. Al ser consultados, los responsables aseguraron que la firma no se concretó tras la emergencia sanitaria. Ellos afirman que los casi 35.000 dólares presupuestados no se utilizaron para fiestas. Días atrás, el gobierno seccional publicó que el proceso se declaró desierto.
El Municipio de Guaranda es un caso diferente. Según sus voceros, la contratación para fiestas por más de 15.000 dólares se mantendrá porque la emergencia terminó en el cantón el 16 de junio. Tres días después, y cuando la norma de distanciamiento social se mantiene, se inició la búsqueda de proveedores para realizar celebraciones andinas.
El caso más llamativo, por el monto y el tamaño del GAD, es el de la Junta Parroquial de Chaltura, en Imbabura. Ahí se gastaron más 24.000 dólares para una festividad que no se podrá realizar. Este Diario consultó con las autoridades del lugar, que pertenecen al movimiento político Compromiso Social -que es respaldado por el correísmo-, pero hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta oficial.
El resto de contrataciones de juntas parroquiales no superan los 10.000 dólares.
Algunos de los procesos en marcha y que aún pueden revertirse son investigados por la Contraloría.
Municipios
Administraciones como la del Municipio de Guayaquil y la de Quito suspendieron sus contrataciones pensadas para las fiestas de cada ciudad. Las dos, junto con las prefecturas, movieron recursos para atender la emergencia sanitaria. Hasta el momento, la propagación del coronavirus ha generado gastos por más de 200 millones de dólares.
Presidencia
En marzo, el Gobierno del presidente Lenín Moreno también intentó realizar contrataciones para eventos públicos, pese a que estaban suspendidos. Estuvo cerca de adjudicar un contrato por más de medio millón de dólares. Luego de la publicación de EXPRESO, Carondelet dio de baja el proceso y anunció que no se firmará un contrato similar. (Expreso)