Latinoamérica tiene el reto de ampliar la participación indígena en política

Los países latinoamericanos están ante el reto de ampliar la participación de los pueblos indígenas en la política, para enriquecer los sistemas democráticos regionales, y de dar un mayor reconocimiento a los idiomas nativos, para que haya mejoras en áreas como la salud y la educación.

Así lo afirmó el secretario técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (Filac), el guatemalteco Álvaro Pop Ac, en una entrevista con Efe.
Según Pop, la participación política de los pueblos indígenas debe reconocerse «en dos rutas», la de los sistemas democráticos y la de los mecanismos propios y «procesos de participación ancestral» con que cuentan estas poblaciones para organizarse.
«Un reconocimiento de ambos procesos es fundamental», remarcó, y consideró que «el ejercicio de participación» indígena «ha sido verdaderamente limitado en términos de las dinámicas estatales democráticas y electorales».
Mencionó que el continente tiene apenas la experiencia de cuatro partidos políticos indígenas en México, Guatemala, Bolivia y Ecuador, por lo que consideró que el ampliar la participación de los pueblos originarios «pasa por la capacidad de los partidos de reconocerse pluralmente».
Por otra parte, el reconocimiento de los mecanismos propios supone reformas legales, que ya se han puesto en marcha en países como México, Nicaragua, Panamá o Bolivia, que han dado pasos importantes hacia las autonomías indígenas.
«Hay ejercicios en el continente que demuestran la posibilidad enorme del enriquecimiento del sistema democrático desde la participación de los pueblos indígenas», manifestó Pop.
El secretario técnico del Filac sostuvo que hubo un «avance importante» en la región, donde la mayoría de las constituciones nacionales reconocen las distintas identidades, pero está pendiente el «empoderamiento y reconocimiento de los idiomas indígenas».
«Una de las riquezas más importantes que tiene el continente latinoamericano en general es que hay una importante cantidad de idiomas. Estamos hablando de más de cincuenta millones de indígenas que plantean su identidad de una forma muy poderosa basada en sus idiomas», destacó.
Por ello, consideró importante la inclusión de las lenguas originarias en los sistemas de salud, para brindar una mejor atención a las personas que solo hablan esos idiomas.
Asimismo, aseveró que «la educación va a ser efectiva y va a haber un salto cualitativo de las sociedades en la medida en que sea en el idioma original de las gentes».
Estos asuntos serán parte de la agenda que se abordará en la «Reunión Subregional de Pueblos Indígenas de Suramérica: Hacia el Plan de Acción de Iberoamérica para la implementación de los derechos de los pueblos indígenas», que se celebrará desde el próximo 21 de febrero en la ciudad peruana de Lima.
El encuentro es el segundo de las tres reuniones que promueve el Filac dentro de lo que ha denominado la «Ruta Iberoamericana» hacia la primera participación de los indígenas con voz propia en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica que se celebrará en Guatemala en noviembre próximo.
La reunión en Lima busca ser un espacio de diálogo y concertación entre gobiernos y representantes de los indígenas, para abordar los temas prioritarios para estas poblaciones en Suramérica.
«Vamos a tener a diez países del sur, y estos países, desde la región andina, desde la región amazónica, desde el cono sur van a traer sus inquietudes y planteamientos sobre las necesidades del cumplimiento de derechos de los pueblos indígenas», explicó Pop.
Como ocurrió en un encuentro similar para Centroamérica y México celebrado en Panamá en diciembre pasado, la información que se obtenga en esta reunión contribuirá a la redacción de tres documentos, uno de ellos es el Plan de Acción de Iberoamérica para la implementación de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Un segundo documento será una Iniciativa Regional de Cooperación Sur-Sur mediante la cual, «de manera novedosa e histórica por primera vez» los estados y los pueblos indígenas encontrarán modalidades para la colaboración mutua, dijo Pop.
Finalmente, se formulará la Declaración Iberoamericana de Pueblos Indígenas, que se prevé presentar en la cumbre en noviembre y que, según Pop, «tiene que demostrar la fuerza que trae una población que puede enriquecer los procesos de participación democrática, de estabilidad, de seguridad alimentaria», entre otros.
«El Filac es hijo de los procesos iberoamericanos, de la segunda Cumbre Iberoamericana, así que para nosotros esto es importante, el tener la oportunidad de entrar a la discusión de los temas regionales va a ser clave», concluyó Pop. EFE

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