16 de abril de 2016. Un terremoto de una magnitud de 7,8 en la escala de Richter sacude Ecuador. Mueren más de 600 personas. Cinco días después, Misha Vallejo e Isadora Romero, cogen una cámara Polaroid, se suben en una camioneta y se embarcan en un viaje que les llevaría a recorrer los sitios de mayor de devastación tras la tragedia. Las fotografías de esa travesía conforman el libro “Siete punto Ocho” que hace un año se presentó en las ciudades de Pedernales, Portoviejo, Manta, Quito y Cuenca y que ahora llega a Madrid y Barcelona.
Los autores tomaron más de 200 imágenes. La publicación recoge 37 de ellas con 24 testimonios escritos de puño y letra por los afectados del mayor terremoto que golpeó al país en las últimas décadas. “Yo soy bombero de Bahía de Caráquez, el más pequeño y por eso era yo el que sacaba los cuerpos entre los escombros. Marcelo Vera”, reza una de esas frases. “Se me fue la casa abajo pero estamos bien”, escribe otro damnificado.
“Creíamos que el proyecto era importante para la memoria colectiva; por eso, hicimos hasta una venta anticipada a modo de crowfunding para recolectar fondos”, cuenta Vallejo tras la presentación en el Centro Cultural Ecuatoriano en la capital española. «Es un libro que invita a hablar, a contar cómo se vivió la tragedia», añade Romero. En 2017, ambos volvieron a la zona para trabajar en los procesos de resiliencia con los más pequeños.
«Siete punto Ocho» cuenta con el respaldo de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). Natalia Armijos, directora en aquel momento de la entidad en Ecuador, recuerda el instante en que los fotógrafos le presentaron el material: “las instantáneas eran impresionantes. Creímos que resultaba imprescindible conservarlas”. La OEI les otorgó un apoyo económico no reembolsable para contribuir a la impresión del libro en Barcelona y su posterior traslado al país. Se editaron 1.500 ejemplares. Doscientos se entregaron al Ministerio de Cultura y quinientos los distribuyó la firma RM encargada de la edición. (El Universo)