El Parque Nacional Galápagos recibió este jueves las 26 tortugas terrestres del archipiélago que fueron rescatadas hace más de un año en un autobús en la región de Piura, en el norte de Perú.
Según la Dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG), un equipo técnico de esa institución ejecutó los procedimientos para el ingreso de las tortugas a un proceso de cuarentena durante seis meses.
La cuarentena permitirá que los reptiles eliminen semillas y sean analizados para descartar posibles riesgos de contagio de enfermedades antes de la reinserción en su hábitat, con el objetivo de proteger a otras poblaciones de tortugas.
De acuerdo con el PNG, las cajas que contienen las tortugas gigantes (Chelonoidis nigra) repatriadas desde Perú, desembarcaron en la isla Baltra luego de tres días de viaje.
En el sitio, especialistas del PNG y de la organización no gubernamental Galapagos Conservancy revisaron las condiciones físicas de los quelonios y les colocan un dispositivo subcutáneo de identificación.
Este tipo de quelonios, oriundos del archipiélago ecuatoriano y únicos en el mundo, son protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES).
Según un reciente comunicado del PNG, tres guardaparques de esa entidad viajaron a Perú para retirar las tortugas que se encontraban en el zoológico «Cecilia Margarita», en Piura, y las trasladaron primero a Lima, luego a Quito y finalmente a su destino final en las islas Galápagos.
Esas tortugas fueron incautadas en un operativo realizado el 17 de abril de 2017 en la carretera entre las ciudades de Piura y Sullana, donde miembros de la Policía del Perú y de la Superintendencia de Tributos y Aduanas de Paita encontraron 29 quelonios envueltos con cinta adhesiva en una caja de cartón.
La caja estaba en una de las bodegas de un autobús de una empresa de transporte turístico internacional que procedía de la ciudad peruana de Tumbes, fronteriza con Ecuador. «Las pésimas condiciones y el estrés al que fueron sometidos los ejemplares durante su transporte causaron la muerte de dos de los reptiles», indicó el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre peruano.
Los gobiernos de Perú y Ecuador trabajan en el diseño de una estrategia binacional para frenar la extracción, transporte y comercialización ilegal de fauna silvestre y de sus partes (huesos, pieles, animales disecados y otros). Las islas Galápagos están situadas a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas y fueron declaradas en 1978 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. (Andes)