El arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el cura español Jordi Bertomeu, llegaron hoy a Chile en calidad de enviados del papa Francisco para una segunda ronda sobre sus pesquisas en torno a abusos sexuales de la Iglesia.
‘Hemos venido a pedir perdón en su nombre (del papa)’, comentaron brevemente a su arribo al aeropuerto internacional Arturo Merino de Santiago.
Scicluna, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, considerado una especie de fiscal del Vaticano, ya lideró una misión similar en febrero, igualmente acompañado entre otros por Bertomeu.
Entonces investigaron las denuncias de complicidad y encubrimiento del obispo de la sureña diócesis de Osorno, Juan Barros, quien ayer dejó el cargo al ser aceptada su renuncia por Su Santidad.
La jubilación anticipada de Barros era una de las noticias más esperadas en Chile. Pero sorprendió lo mismo en el caso de los obispos Cristián Caro, de Puerto Montt, y Gonzalo Duarte de Valparaíso.
Monseñor Scicluna subrayó que vienen con la misión de escuchar a las víctimas, en una estancia que repartirá a partes iguales ocho días entre Osorno y Santiago.
Por su lado, el padre Bertomeu no quiso adelantar si el Sumo Pontífice tomará más dimisiones de obispos de Chile. ‘Eso tenemos que dejarlo en sus manos, pero tenemos que estar muy expectantes de que las cosas irán muy bien’.
La víspera, Juan Carlos Cruz, una de las tres figuras más conocidas por sus denuncias de trasgresiones sexuales de ministros de la Iglesia católica, escribió en su cuenta de Twitter sus sensaciones por la medida informada este lunes.
‘Empieza un nuevo día en la iglesia Católica de Chile!, Se van tres obispos corruptos y seguirán más’, escribió Cruz, quien es periodista y está radicado actualmente en Estados Unidos.
Cruz junto al médico James Hamilton y al filósofo José Andrés Murillo fueron claves en el proceso y los tres recibieron una invitación especial para entrevistarse con el obispo de Roma en la Santa Sede hace poco más de un mes.
‘Emocionante por tantos que han luchado para ver este día. La banda de obispos delincuentes se empieza a desintegrar hoy!’, remarcó Cruz en Twitter.
Por su parte, Juan Carlos Claret, vocero de los laicos de Osorno, declaró que ‘hoy se cierra un capítulo y comienza otro; es una emoción igualmente grande’.
Según Claret, se viene un desafío humanamente mayor, ‘que es tratar de reconciliarnos, pero esa reconciliación no es automática. No porque el papa saca a Barros significa que ahora todo happy happy’. (Prensa Latina)