La Unidad de Calidad y el Servicio de Neonatología del Hospital General Manta del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), organizaron el Primer Taller de Traslado Neonatal, dirigido al personal de la salud que participan en el traslado interno y externo de los neonatos.
El taller se desarrolló entre el 12 y 14 de agosto, en grupos de 25 funcionarios cada día. En la primera jornada asistieron los médicos de emergencias, centro obstétrico, ginecología, residentes, generales, familiares y de pediatría; el segundo día asistieron las enfermeras; y el último, dirigido a personal paramédico, ambulancia y enfermeros. Las exposiciones y prácticas del taller fueron realizadas por los neonatólogos de esta unidad médica.
El taller consistió en una exposición magistral sobre el protocolo del Ministerio de Salud Pública, MSP, que se aplica en el traslado neonatal, normativas y guías más conocidas y aplicadas, a nivel mundial: Acorn, Stable y Academia Americana de Pediatría.
Ibelice Zambrano, responsable del Servicio de Neonato, manifestó «La idea es contribuir en la mejora y en la calidad de atención a nuestros pacientes recién nacidos, quienes, por requerimiento de una atención de tercer nivel o exámenes de diagnostico o tratamientos que no se realizan en nuestra institución, deben ser trasladados a otras casas de salud. Y este traslado se debe realizar en las mejores condiciones, con todas las especificaciones del protocolo aplicado para el traslado de un paciente en estado crítico o estable».
La norma establece que, para el traslado eficiente de un recién nacido se requiere de la presencia de un neonatólogo, una enfermera, un paramédico y el conductor de la ambulancia; este vehículo debe estar equipado de una incubadora de traslado, un monitor, tanque de oxígeno, entre otros implementos e insumos para garantizar la salud de los neonatos.
Entre las principales recomendaciones para el traslado adecuado de un neonato están: rodaje de la ambulancia a velocidad moderada, en un ambiente tranquilo, para evitar complicaciones en la salud del bebé, durante el traslado; además, garantizar las mejores condiciones de hemodinámica y respiratorias requeridas, con una temperatura adecuada. Es recomendable que la distancia del traslado sea entre los 150 a 170 kilómetros; es decir, no más de dos horas de viaje.
«El traslado del neonato de una unidad médica, de igual o mayor complejidad, debe estar a cargo de un equipo médico con formación en cuidado neonatal, capaz de anticipar y tratar los posibles problemas que pueden presentarse durante el traslado; además, conocer el equipamiento que se utiliza en el neonato, por lo cual. es importante que el personal médico, enfermeras, paramédicos; incluso, los conductores se encuentren capacitados en el manejo adecuado del transporte del neonato crítico. Así se mantendrá la estabilidad hemodinámica del neonato durante su traslado», manifestó la doctora Sonnia Marín, responsable de la Unidad de Calidad.
En esta unidad médica, hasta julio de 2019, han nacido 619 niños; de los cuales, 355 fueron prematuros. El 84,31% nacieron por cesaría y el 15,69 % por parto. (Boletín)