La fuerza del invierno golpeó con dureza al balneario de San Clemente, dejando a cientos de familias afectadas por el desbordamiento del estero Centinela. En el barrio Perla del Pacífico, el agua arrasó con todo a su paso, dejando a unas 160 familias en la calle.
Las intensas lluvias provocaron la crecida del estero, que nace en las montañas del cantón Sucre, inundando viviendas y forzando a sus habitantes a huir en plena madrugada. Muchos fueron acogidos por el Cuerpo de Bomberos o buscaron refugio en casas de familiares en zonas más altas.
“Sacamos a nuestros niños, eso siempre fue lo primero porque teníamos miedo de ahogarnos”, contó Magaly Laz, una de las damnificadas, mientras observaba su hogar cubierto de lodo.
Pérdidas económicas y crisis en el sector salinero
Además de las viviendas afectadas, la inundación golpeó la producción de sal marina, una de las principales actividades económicas de San Clemente.
“El negocio se ha ido al suelo, el agua se llevó muchos sacos y contaminó otros. Las pérdidas son grandes”, lamentó Medardo Coveña, comerciante del sector.

El desastre no solo impactó a San Clemente. Según el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) local, en los balnearios de San Clemente, San Jacinto y San Alejo, que pertenecen a la parroquia Charapotó, unas 1.300 familias han sido afectadas por las inundaciones.
Las autoridades continúan evaluando los daños y coordinando la asistencia para los damnificados, mientras la comunidad intenta recuperarse de la emergencia.