La Organización de las Naciones Unidas (ONU) quiere nuevos aires y la presidenta de la 73° Asamblea General, María Fernanda Espinosa, está segura de que puede encaminar ese objetivo.
Para conseguirlo, la excanciller delimitó cuatro ejes principales de trabajo: “entrega, rendición de cuentas, relevancia y eficiencia”.
Espinosa dialogó este lunes 1 de octubre con medios internacionales en la sede del organismo, en Nueva York. Este encuentro sirvió para que entregue un informe general de la Asamblea que se cumplió la semana pasada.
Uno de los puntos destacados fue el mayor número de delegaciones de alto nivel que acudieron al encuentro. Asistieron 77 jefes de Estado y 44 jefes de Gobierno del planeta.
Entre ellos, el mandatario que intervino más tiempo fue el venezolano Nicolás Maduro, que casi llegó a los 50 minutos de discurso. Entre las resoluciones que tomó la ONU consta la lucha contra las enfermedades no transmisibles, como el cáncer o diabetes, que son las responsables del 77% de muertes en el mundo.
También se trabajará para erradicar la tuberculosis, una dolencia del sistema respiratorio, que puede ser prevenida y tratada a tiempo.
Según la explicación de Espinosa, 1,6 millones de personas anualmente padecen esta enfermedad. Por eso urge la necesidad de eliminarla.
La segunda parte de su conversación con los periodistas se enfocó en lo que será su presidencia en la Asamblea. Para la excanciller, lo fundamental será recuperar el valor del multilateralismo para la solución de los conflictos del mundo.
Abogó por el rol de las Naciones Unidas y el diálogo como un camino para terminar con las crisis, por ejemplo la que aún afronta Palestina.
La diplomática aseveró que durante su gestión se priorizará la rendición de cuentas, como una medida, con la finalidad de que todos estén informados de las actividades que cumple el organismo internacional.
La funcionaria también envió sus condolencias a los pueblos de Japón e Indonesia golpeados por los fenómenos naturales. (El Telégrafo)