Ecuador superó este jueves la barrera de los 90.000 contagios y sumó 1.671 casos positivos de COVID-19 en el último día, según la estadística difundida esta tarde por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE).
Según ese informe, el número de casos positivos trepó hoy a 90.537, mientras que la víspera había llegado a 88.866.
Además, sostiene que la cifra de muertos por la enfermedad alcanzó los 5.877, 30 más que el miércoles; mientras que el rubro de «fallecidos probables» aumentó en 3 hasta los 3.530, en referencia a decesos sobre los que no se tiene certeza sobre la causas de muerte, aunque presentaban síntomas asociados al coronavirus.
La estadística difundida hoy señala además que, desde el pasado 29 de febrero, cuando empezó la contabilidad de la pandemia, se han registrado 59.344 casos recuperados y 11.974 pacientes con alta hospitalaria.
En cuanto a la situación en las provincias, el informe destaca que la de Pichincha, cuya capital es Quito, es la que abarca el mayor nivel de contagio, con 943 nuevos casos positivos en la última jornada, para llegar a 16.485 enfermos confirmados.
El número de muertos en Pichincha aumentó en 7 respecto del registro del miércoles, para totalizar 753 decesos.
Sin embargo, la provincia costera de Guayas (cuya capital es Guayaquil) es la que más casos positivos ha acumulado durante la pandemia al llegar hoy los 17.776 positivos para coronavirus, 107 más que la víspera.
La cifra de muertos en Guayas sumó hoy 6 nuevos casos para totalizar 1.664 durante el periodo de pandemia, precisa la estadística difundida por el COE.
Detrás de esas dos jurisdicciones figuran Manabí con 6.901 pacientes positivos, 144 más que la víspera, y 812 muertos (5 más que ayer); Santo Domingo de los Tsáchilas con 3.799 positivos y 257 decesos; y Azuay con 3.792 contagios y 93 fallecidos.
Entre las provincias que superan los 3.000 contagios se encuentran también las de El Oro (fronteriza con Perú), con 3.357 positivos y 336 fallecidos, y la de Esmeraldas, con 3.260 enfermos y 190 muertos.
Desde comienzos de junio y tras casi cuatro meses de cuarentena, Ecuador empezó a aliviar las restricciones para afrontar la pandemia de coronavirus y puso en marcha un mecanismo de desescalada, denominado «semaforización epidemiológica», para ampliar el margen de movilidad humana, laboral y productiva.
La medida permitió pasar del aislamiento masivo al distanciamiento físico, en medio de un estado de excepción decretado por el presidente Lenín Moreno el 16 de marzo y que ha sido extendido en varias ocasiones.
El Comité de Operaciones de Emergencia emitió la semana pasada 16 regulaciones obligatorias para todo el país, independientemente del color del semáforo, con el fin de contener el avance del contagio del COVID-19.
Entre ellas, figura el cierre de las fronteras internacionales terrestres, la suspensión de clases presenciales en todos los niveles educativos, el mantenimiento del cierre de bares, discotecas y centros de ocio, además de locales infantiles.
Sin embargo, se han abierto ciertos balnearios playeros y algunas reservas ecológicas para incentivar el turismo local.