El pedido de la juez de Valencia, Isabel Rodríguez, de intentar el sobreseimiento (suspensión por parte de un juez o de un tribunal de un procedimiento judicial, por falta de pruebas o por otra causa) en el caso del supuesto amaño en el compromiso entre el Levante y el Zaragoza de la temporada 2010-11; provocó la molestia de muchos de los participantes en el caso, informa Marca.
«Si una trama así no llegaba a juicio era casi mejor retirar el amaño deportivo del Código Penal. Difícilmente se dará un caso más claro sin mediar una confesión», aseguraron fuentes de la Fiscalía española a Diario Marca. La Audiencia Provincial obligó a la juez a reabrir un caso que se dilató bajo su instrucción durante casi dos años. Y a llevarlo a juicio como le pedía de forma tajante la Audiencia Provincial de Valencia.
Incluso, ya se ha planteado una posible sanción para todos los implicados en el caso: dos años de cárcel para cada jugador que participó en el encuentro y seis años de inhabilitación para todo lo relacionado con el fútbol. En cualquier país: ni jugar, ni entrenar, ni ser director deportivo o ejecutivo.
Es la primera vez en España que un supuesto amaño de partido llega a instancias judiciales, y donde saldrían perjudicados varios jugadores importantes como Ponzio (River Plate), Gabi (Atlético de Madrid), Iborra (Leicester City) y Ánder Herrera (Manchester United).
Aquel encuentro salvó al Zaragoza del descenso, presuntamente a cambio de 965.000 mil euros (1 millón 200 mil dólares aproximandamente) que salieron de las arcas del club. Hasta 9 jugadores y algunos dirigentes recibieron el dinero en sus cuentas bancarias, que posteriormente retiraron y entregaron en efectivo al presidente (Agapito Iglesias), aunque ninguno reconoció que se tratara de un amaño.
Solicitaron a Hacienda el informe de los gastos que habían tenido en sus cuentas la temporada anterior y las diferencias son abismales casi siempre. Mientras que en 2011 -presuntamente con el dinero negro del amaño- casi no sacaron dinero, en la anterior había gastos de más de 200.000 en hasta tres casos: Munúa, y los ecuatorianos Felipe Caicedo y Jefferson Montero. La temporada del investigado amaño gastaron 300, 3.290 y 7.000 euros respectivamente. Alguno, como Rubén Suárez, ni un euro.
La pena que solicitan para los jugadores involucrados es de dos años, por lo que en condiciones normales y sin haber cometido delitos similares anteriormente, es poco probable que terminen cumpliendo su sentencia en prisión.
Lo que sí podría hacerse efectivo de comprobarse el supuesto amaño, son los seis años de inhabilitación a toda actividad relacionada con el fútbol. La sanción incluye también en sus respectivas selecciones, con las que tampoco podrían colaborar en ninguna posición laboral.
Javier Tebas, presidente de La Liga, siempre defendió el amaño de este encuentro y testificó ante la juez Rodríguez todos los indicios que le llevaron a denunciarlo. Citó como testigos a varios dirigentes de los clubes, pero solo César Lendoiro (Dep. La Coruña) apoyó su versión. Ahora volverán a testificar cuando se abra el nuevo juicio. (Tomado de El Universo)