Movimiento Guevarista, con presencia en varias provincias, está en el «ojo» del Gobierno

Luego de las declaraciones de la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, sobre los presuntos culpables de los hechos de violencia ocasionados en la protesta de este 26 de octubre de 2021, en el Centro Histórico de Quito, el vocero oficial del Movimiento Guevarista se pronunció.

“Lo que dijo la Ministra es falso. El Movimiento Guevarista sí participó de las marchas, pero cuando se dieron las agresiones por parte de la policía, nosotros nos retiramos”, comentó Ernesto Flores, vocero oficial del movimiento, quien también agregó que ninguno de sus integrantes está detenido.

¿Qué es el movimiento guevarista?

El Movimiento Guevarista “Tierra y Libertad” es una organización popular, social y política que está presente en el Ecuador desde hace 10 años, en provincias como Pichincha, Manabí, El Oro, Los Ríos, Santo Domingo, Carchi e Imbabura.

Su ideología se basa en el Guevarismo, Marxismo, Leninismo; es decir, “reconoce los principios históricos universales de la ideología proletaria desarrollados durante los últimos siglos por comunistas como Marx, Engels, Lenin, Stalin, Malo (…)”, cita un documento de su página web.

Este movimiento es una organización autónoma que cuenta con sus propias organizaciones unitarias agrupadas en la Coordinadora de Trabajadores, Campesinos y Organizaciones Populares, con quienes, según Flores, trabajan en “educación popular, desarrollo comunitario, protestas de salud y defensa personal”.

Cuando Flores explica la estructura del Movimiento Guevarista evita dar el nombre de su líder y explicar más a profundidad sobre su organización. “Durante mucho tiempo hemos sido víctimas de represión, persecuciones y calumnias, porque hacemos las cosas que el Estado no hace”, comenta.

Protesta como única opción

Para el analista internacional en Seguridad y Defensa, Mario R. Pazmiño, el Movimiento Guevarista con el Colectivo Insurgente, que está operando en la frontera norte, son algunos de los grupos que consideran que la vía es la desestabilización.

“Desde mayo de 2021 se le indicó al presidente, Guillermo Lasso, que el proceso de desestabilización de este octubre ya estaba listo porque, el socialismo regional, recibió un golpe muy fuerte al existir un país pequeño (Ecuador) que cuente con una nueva corriente de centro derecha”, explicó Pazmiño, quien también señaló que el movimiento indígena está perdiendo el poder de convocatoria.

Por su parte, Ernesto Flores también señala que el grupo al cual representa tiene una línea de acción definida e ideológica que “no es aceptada por el poder ni por las clases dominantes”, y que eso sería una excusa para que el gobierno los calumnie e intente buscar un “enemigo interno”.

Las marchas buscan desestabilizar

El artículo 66 de la Constitución de la República del Ecuador establece que todas las personas tienen derecho a “opinar y expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y manifestaciones”.

Sin embargo, según explica Mario Pazmiño, las protestas que está enfrentando el país van más allá de lo que parecería debido a que se trata de procesos de desestabilización no solo interna, sino también con ideas desde el exterior. El analista destaca que el movimiento indígena estaría buscando tres detonantes:

  1. Crear un distractor a través de personas heridas.
  2. Intentar que el número de detenidos aumente (hasta el momento van 94).
  3. El proceso que Leonidas Iza enfrenta en la fiscalía, para activar “la unidad del pueblo indígena”.

El analista político Oswaldo Moreno señala que “se ha desenfocado el concepto de protesta social de acuerdo a quien está en el Gobierno o los intereses de turno por los que se protesta”; sin embargo, también reconoce que el Gobierno tiene graves problemas en materia de seguridad interna y casa adentro, o sea, de gobernabilidad.

Aunque el Movimiento Guevarista no sería, aún, una amenaza para el Estado, los hechos que se presentaron ayer serían una alerta para que el Estado comience a fortalecer la seguridad. «Estos grupos podrían ser estructuras que se estén preparando a otros niveles con una capacidad operativa para poder realizar actos de violencia selectivos”, finalizó Pazmiño. (La Hora)

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