El Gobierno anunció que hará una inversión inicial de USD 50 millones para colocar 500 radares más en las carreteras del país, con el fin de controlar la velocidad.
El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) informó que tiene previsto colocar los fotorradares fijos en los sitios de mayor siniestralidad, aunque no precisó los lugares.
Esta tarea fue pedida hace una semana por el presidente Lenín Moreno, luego del accidente de tránsito en la vía Pifo-Papallacta, donde hubo 23 personas fallecidas y 22 heridos.
Se ha planificado contar con una red total de 1 000 fotorradares fijos a escala nacional; se incluyen los 596 que ya funcionan en la red vial estatal.
La entidad informó que la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) -que maneja el sistema- en coordinación con el MTOP, recurrirá a una alianza público privada para la repotenciación de los fotorradares existentes, la instalación de los nuevos, el mantenimiento y la operación.
La empresa privada realizará la inversión y asumirá el riesgo de la operación, informó. El proyecto será aprobado en septiembre en el Comité APP, y se presentará el concurso público.
El contrato se adjudicará en diciembre. Los 596 radares operan en Guayas, Manabí, Santo Domingo de los Tsáchilas, El Oro, Los Ríos, Santa Elena, Cotopaxi, Pichincha y Azuay.
La Mancomunidad de Tránsito del Norte del país, que integra a 15 cantones de Carchi, Imbabura, Esmeraldas y Pichincha, tiene previsto poner en operación el próximo mes 15 patrulleros equipados con radares doppler.
Se trata de un sistema que, a diferencia de los dispositivos tradicionales que miden la velocidad cuando un vehículo cruza entre uno y otro sensor, por su nueva tecnología dispara una onda que alcanza al automotor y calcula la velocidad con una onda de retorno.
Es un procedimiento nuevo en el país, que “posee visores nocturnos con infrarrojos, permite que funcione por igual con y sin luz solar”, explica Edgar López, gerente de la Empresa Pública de Movilidad del Norte (Movidelnor).
Los patrulleros están equipados con GPS, para la ubicación de las unidades y una cámara de alta velocidad en la cabina y otra más en la parte frontal del automotor.
Esta última sirve para grabar imágenes de emergencia, como por ejemplo “persecuciones que son reproducidas en tiempo real en las salas operativas que tiene Movildenor en San Gabriel, Ibarra y Otavalo”, explica Daniel Carrera, técnico de la empresa Sintel Italia, proveedora de esta nueva tecnología.
Los cámaras tienen la capacidad de leer las placas de los vehículos y mediante un computador enlazarse con la base de datos de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), para conocer información detallada sobre el automotor como vigencia de matrícula, multas o si ha sido declarado robado.
El equipamiento de los vehículos con radares se complementa con un sistema de intercomunicadores denominados ‘Body Apps’, que usarán los 350 agentes de tránsito en sus labores diarias en los 15 cantones.
El personal, que antes usaba sus teléfonos celulares, se capacita en este momento en el uso de esta nueva herramienta.
El dispositivo es similar a un celular, pero con una carcasa dura y resistente al agua, permite comunicarse con las salas operativas y entre los agentes.
También está equipado con dos cámaras que envían imágenes desde la calle a la sede de Movidelnor. Posee además cámara fotográfica, linterna, puntero láser, lector de placas y botón de auxilio. Cuando este último es activado comienza a grabar automáticamente y envía una alerta del lugar exacto en donde se encuentra el uniformado que ha reportado novedades.
Según López, el sistema cuesta USD 12 millones, financiados por el Consorcio Seguridad y Movilidad, de Sintel Italia, que aspira a recuperar la inversión en ocho años. Inicialmente, se destinarán USD 4 millones. Con los nuevos radares se busca reducir el exceso de velocidad, la segunda causa de accidentes en el país. (El Comercio)