Mujeres periodistas de Ecuador sugieren reformar o eliminar Ley Comunicación

Un grupo de mujeres periodistas de Ecuador sugirió hoy reformar o eliminar la Ley de Comunicación, en vigor desde 2013, y a la que grupos políticos y sociales consideran como una norma «mordaza» que restringe la libertad de prensa en el país.

Gisella Bayona, presentadora de noticias del canal Teleamazonas; Michelle Oquendo, de Radio Visión; Susana Morán, del portal Plan V; y Desirée Yépez, de Ecuador Chequea, participaron esta noche en un foro organizado por el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), la organización Fundamedios y la plataforma «Dialogando ando».
«Ser mujer y ser periodista en Ecuador» fue el tema que abordaron las cuatro comunicadoras, quienes coincidieron en apuntar a la Ley de Comunicación como una de los problemas mayores para la libertad de expresión en el país.
En vigor desde 2013, esa normativa fue impulsada por el expresidente izquierdista Rafael Correa, como una herramienta para poner freno a los supuestos abusos de la prensa, aunque los grupos opositores a ese régimen la consideraron «mordaza».
«Es el momento para unirnos (…) en torno a un objetivo en común que es primordial: reformarla (la Ley de Comunicación) o, mejor, derogar esa herramienta que ha servido para tratar de silenciar a los periodistas», sostuvo Yépez.
Consideró que en el país hay un «nuevo ambiente» con el Gobierno del actual presidente Lenín Moreno, antiguo aliado de Correa, pero ahora distanciado, que incluso ha ofrecido revisar dicha normativa.
«Si se respiran tiempos de libertad», pero «no hay que fiarse» porque «la Ley de Comunicación sigue ahí, en firme» y podría ser utilizada para acallar las voces críticas, agregó.
De su lado, Oquendo señaló que una de las dificultades en el ejercicio del periodismo es «el miedo» y recalcó que el ejercicio de la profesión puede incluso acarrear amenazas de personas o sectores que se sientan afectados.
Ella es hija del afamado periodista radial Diego Oquendo y dijo que desde pequeña tuvo que soportar el acoso de las amenazas anónimas contra la labor del comunicador.
Frontal en sus apreciaciones, Michelle Oquendo también reveló que, por provenir de una familia de periodistas, pues su hermano también lo es, tuvo que abrirse campo en un entorno dominado por hombres.
Aceptó que puede haber machismo en los medios, pero recalcó que los problemas de los periodistas afectan a todos, aunque hizo notar que en los grandes medios de comunicación, sobre todo en la televisión nacional, las cabezas visibles son varones, pese a que hay «mujeres valiosas» que podrían ocupar esa posición.
Bayona tampoco quiso hablar de machismo, pero señaló que, por ejemplo, en televisión los rostros femeninos tienen fecha de caducidad.
No obstante, recordó que esa realidad ha cambiado y que ahora el público, más que rostros, exige autenticidad y confianza.
También criticó el hecho de que en Ecuador las cadenas nacionales tengan una programación de noticias para la región costera y otra para la sierra andina, bajo el argumento de que los costeños prefieren a presentadoras de su misma zona.
Susana Morán, por su parte, destacó la oportunidad que tiene el periodismo con el desarrollo tecnológico, especialmente el internet y las redes sociales, aunque apuntó que en este oficio la palabra es lo más importante.
«La tecnología es una opción más para hacer buen periodismo», aunque es sólo «una herramienta, no es el fin», porque «lo importante es la palabra, escribir bien», afirmó Morán, quien también apuntó que para ejercer el periodismo se requiere «pasión».
Yépez abonó en el análisis sobre el aporte de la mujer al periodismo y dijo que su mejor herramienta es la sensibilidad, entendida como una mejor percepción de los hechos.
La conjetura de que «la mujer tiene cierta aptitud o sensibilidad para ciertos temas, no es así. Las mujeres podemos contar cualquier tipo de historia, podemos realizar cualquier tipo de cobertura y podemos estar a la altura de cualquiera de nuestros compañeros hombres», remarcó. EFE

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