El primer encuentro entre los presidentes de Colombia y Venezuela, Gustavo Petro y Nicolás Maduro, respectivamente, celebrado este martes 2 de noviembre de 2022 en Caracas, terminó con una declaración conjunta de 11 puntos que incluye tres acuerdos concretos, si bien ninguno es una gran apuesta y, en cambio, el tono escogido ha sido el de la moderación y la cordialidad.
Luego de dos horas de reunión privada, dentro de una actividad que duró casi el triple de tiempo, ambos mandatarios ofrecieron una declaración conjunta en la que mencionaron superficialmente los temas tratados y acordados, tras lo cual se negaron a responder las preguntas que querían hacer las decenas de periodistas que cubrieron la jornada.
Petro recibió todos los honores de rigor y caminó por una alfombra roja junto a Maduro, que le reiteró la bienvenida eterna «a la patria de Simón Bolívar».
Los acuerdos entre Colombia y Venezuela
Las partes acordaron establecer mesas de trabajo «para explorar y establecer nuevos esquemas de complementariedad» en materia de energía y minas, sin especificar más detalles, si bien adelantaron el interés por «lograr un activo intercambio en los sectores agroindustrial, agropecuario, agrícola y petroquímico».
Convinieron la creación y activación de mecanismos conjuntos de seguridad en los 2 219 kilómetros de frontera común, así como la designación de funcionarios consulares, con el objetivo de proteger a las personas que circulan entre las naciones vecinas o residen como extranjeros en alguna de ellas.
Asimismo, Petro y Maduro acordaron reactivar los espacios de concertación y diálogo político binacional, además del establecimiento de un nuevo mapa de cooperación «basado en los principios de hermandad, solidaridad y complementariedad».
Las voluntades de Petro y Maduro
Los mandatarios manifestaron «su alta complacencia y satisfacción» por la reanudación de las relaciones diplomáticas binacionales, algo que empezó a materializarse en agosto con la llegada de Petro al poder, luego de casi cuatro años de ruptura debido al desconocimiento de la legitimidad de Maduro por parte del anterior Gobierno colombiano, liderado por Iván Duque.
Este 2 de noviembre, los dos presidentes valoraron su propia voluntad de avanzar hacia la paz y la unión, al tiempo que se comprometieron a la cooperación operacional en la frontera «para el trabajo coordinado en la lucha contra el delito trasnacional», un tema remarcado por Petro, quien dijo que estas zonas están controladas por mafias.
También, de forma vaga, la declaración recoge la concertación que hicieron los jefes de Estado sobre el «reimpulso y resolución de los nudos críticos en materia de transporte terrestre, aéreo, fluvial y marítimo«, toda vez que los vehículos privados siguen sin poder circular por los pasos fronterizos, igual que los aviones comerciales continúan sin operar pese a anuncios de restablecimiento que no se han concretado.
Los mejores deseos
Petro auguró el mayor de los éxitos en la reanudación de la mesa de diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición, que se desarrollaba en México -suspendido en octubre de 2021 por decisión del oficialismo-, y se puso a disposición del mandatario del país caribeño para apoyar las negociaciones.
El Jefe de Estado colombiano también mostró su deseo, como ya había anunciado previamente, de que Venezuela se reincorpore al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, una propuesta a la que Maduro, inicialmente, no se opuso y prometió valorar.
Por su parte, el mandatario venezolano hizo votos para que Colombia alcance su objetivo de la paz total, uno de los planes más destacados del Gobierno de Petro, planteado nada más llegar al poder.
Dentro de la cordialidad mostrada por ambos mandatarios, no hubo espacio, al menos de manera pública, para asuntos más controvertidos, como la presencia de guerrilleros colombianos en Venezuela o la solicitud del chavismo de que sean deportados desde la nación andina los opositores acusados de diversos delitos y requeridos por la Justicia del país caribeño.