Kimberly Cheatle, jefa del Servicio Secreto de Estados Unidos, admitió su responsabilidad en la falta de protección al expresidente Donald Trump, tras el ataque de un francotirador en un acto realizado en Butler, Pensilvania, el sábado 13 de julio de 2024.
En una entrevista con ABC, Cheatle dijo que los agentes estaban bajo su responsabilidad. No renunciará al cargo hasta esclarecer en una investigación las causas del atentado, en donde fue abatido el tirador, Thomas Matthew Crooks.
«Asumo la responsabilidad. Yo soy la directora del Servicio Secreto y realizaremos una investigación», indicó Cheatle, quien respaldará la investigación independiente ordenada por el presidente Joe Biden.
La jefa del Servicio Secreto dijo que los encargados de la seguridad de Trump tenían la misión de asegurar el perímetro, incluido el edificio desde donde se apostó el tirador para atentar contra el exmandatario.
Cheatle tendrá que testificar en el Congreso de Estados Unidos el próximo 22 de julio.
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos ha reforzado la presencia de escoltas para el Comité Nacional Republicano de Milwaukee, en donde Donald Trump fue confirmado como candidato del Partido Republicano para las elecciones del 5 de noviembre de 2024.