Una persona asesinada por cada año cumplido fue el promedio que Nari Yankee, un presunto sicario adolescente, dejó como parte de su ‘legado’ criminal. Él tenía 17 años y fue eliminado de la misma forma que cometía sus hechos violentos: a balazos.
Su muerte se registró a las 17:00 del lunes 3 de enero, cerca de la entrada de la hacienda Álamos, del recinto Villanueva, en Naranjal, Guayas.
César Peña Morán, fiscal multicompetente de la provincia, confirmó que la cantidad de crímenes fue establecida con base en investigaciones preliminares.
Además, explicó que el apodo de la víctima tenía origen en su “pronunciada nariz” y que, en la localidad, su alias empezó a ‘sonar’ con fuerza después de que fuera detenido tras una persecución policial, en la que habría intentado disparar a los agentes, pero una mala maniobra lo llevó a caer de su moto y a ‘pegarse’, de forma accidental, un tiro en el abdomen.
Eso ocurrió el 17 de noviembre de 2021. Aquel día, Nari Yankee fue llevado a audiencia por el arma de fuego que portaba, pero recuperó su libertad de inmediato, porque al ser adolescente, su conducta es normada por un código de menores, que impide el internamiento cuando la infracción cometida no supera los cinco años de pena.
“Fue procesado, pero no podía ser enviado a un centro de adolescentes infractores”, detalló el funcionario.
Los Choneros
El fiscal Peña mencionó que Nari Yankee pertenecía a una célula de la agrupación criminal Los Choneros, que está asentada en Naranjal. Sin embargo, aclaró que el individuo habría realizado sus ‘camellitos’ no solo en su localidad, sino también en los cantones El Triunfo, La Troncal, Balao, El Guabo, Durán y Guayaquil.
El día de su muerte, Nari Yankee quedó con su arma a un costado del cuerpo. (Extra)