El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aumentó hoy en 103% el salario mínimo integral del país, en medio de una desbocada hiperinflación que asfixia a los venezolanos.
El ajuste de 103% es el cuarto del año, que fija el ingreso en 5.196.000 bolívares, equivalentes a 65 dólares a la cotización oficial y a apenas 1,7 dólares en el mercado negro.
El ingreso mínimo incluye el salario (3.000.000) y un bono de alimentación (2.196.000), que representa 42% del total y no genera prestaciones sociales.
«Un 103% de aumento integral y debe procederse de manera inmediata al ajuste de todas las tablas de los trabajadores», acotó el mandatario, reelecto en las cuestionadas presidenciales del 20 de mayo.
«Ustedes lanzan duro en la guerra (y) nosotros lanzamos duro también hasta que estabilicemos y lo vamos a lograr», dijo Maduro en alusión a la «guerra económica», una teoría del chavismo gobernante que culpa a opositores, empresarios y gobiernos extranjeros por la severa crisis económica nacional.
Maduro anunció que también aumentó la pensión de los jubilados a 3.000.000 bolívares, con un bono especial de 1.200.000 bolívares.
«Nuestros viejitos van a cobrar 4.200.000 bolívares (52 dólares a la tasa oficial y 1,4 dólares en el mercado negro)», indicó el mandatario.
Pese a que duplicó el salario -que había sido incrementado 95,4% el 30 de abril-, apenas alcanza hoy para kilo y medio de carne.
Venezuela atraviesa una aguda crisis económica, con una hiperinflación que devora el bolsillo de los venezolanos y que este año podría superar 13.800%, según el FMI, y 200.000%, de acuerdo con cálculos del Parlamento, de mayoría opositora.
Los precios de los alimentos, medicinas y productos básicos -todos en grave escasez- aumentan semanalmente o cada dos o tres días.
La escasez se debe en parte a un drástico recorte de las importaciones por la reducción de la renta petrolera.
El crudo aporta 96% de los ingresos del país, por lo que el Estado, que monopoliza las divisas, redujo su asignación al sector privado empujando al alza, según analistas, el dólar negro con el que se importan varias mercancías.
Economistas critican los constantes ajustes salariales, por considerar que impulsan el costo de vida y no van acompañados de un «plan antiinflacionario» y de «disciplina fiscal y monetaria».
Unos 13 millones de trabajadores devengan salario mínimo o reciben el llamado «cesta ticket», sobre una población económicamente activa de 19,5 millones, según el gobierno. (El Comercio)