Niño de 10 año disparó y mató a su hermanito y a un primito

El menor de 10 años involucrado en la muerte de otros dos niños, que fallecieron por un disparo de un arma en una comunidad de Cotopaxi, fue entregado mediante acta de responsabilidad a su representante legal, a petición del fiscal de turno Beethoven Nogales.

Esto mientras que la Policía investiga este caso para aclarar las circunstancias en las que se produjo el hecho.

Según las primeras versiones, el menor de 10 años habría cogido el arma de la casa de un vecino creyendo que estaba descargada e hirió a su hermano y a una prima, de 7 y 9 años de edad.

La Policía detalló que si el hecho es considerado como homicidio inintencional con manipulación de arma de fuego, el caso será archivado.

Este hecho ocurrió la tarde del último viernes, en la comuna San José del Estero, ubicado en el cantón La Maná (Cotopaxi), territorio que colinda con el cantón Pujilí.

Según Miriam Gallo, madre de la niña fallecida, la tragedia ocurrió en una vivienda donde ella se encontraba trabajando en algunos quehaceres domésticos.

Dijo que el niño de 10 años llegó hasta el lavadero de ropa y le indicó que la esperaría a que terminara con su trabajo para acompañarla. Minutos después le comentó que iría junto a su hermano y su prima a ver televisión en casa del dueño de la vivienda.

La mujer contó que no pasaron ni quince minutos cuando escuchó la detonación. Era el ruido de un proyectil que salió de una cartuchera. De inmediato fue corriendo hacia la vivienda, donde encontró a los dos niños en el piso y tenían una herida en la cabeza. El mayor de los niños estaba sosteniendo el arma entre sus manos.

«Fue terrible, me quedé helada con la escena, me dijo que accionó el arma porque pensó que estaba dañada», contó entre lágrimas la mujer.

La madre y la tía dijeron que el arma se encontraba escondida detrás de una repisa y que solo se podía observar parte de ella, y no saben cómo el menor se percató de la cartuchera que era usada para resguardar el lugar, ya que por las noches los animales rondan el sitio.

El propietario del arma, de 75 años, fue llevado a Guayaquil, ya que entró en pánico y su salud se descompensó.

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