OPINIÓN | Costumbres y tradiciones gastronómicas ecuatorianas por el Día de los Difuntos

Por: Samantha Jijón Gagliardo.

Las tradiciones son una parte fundamental que hace que una cultura sea tan rica en sabiduría y conocimiento. Ya casi es el Día de los Difuntos y muchos países de Latinoamérica se preparan para conmemorar a sus seres queridos que ya no están en el mundo físico.

Además de las personas, la gastronomía es una pieza clave para representar muchas fechas importantes, y nuestro país no es la excepción para celebrar el 2 de Noviembre. Lo típico que todo ecuatoriano disfruta por el Día de los Difuntos, es la colada morada. Una deliciosa bebida dulce hecha a base de harina de maíz morado que tiene frutas típicas del país, y que varían dependiendo de la región, especias que aportan un gran sabor, acompañadas con las guaguas (que significa niños en quichua) de pan, que suelen ser de dulce o de sal en forma de niños y que son decorados con colores vivos.

Esta deliciosa tradición ecuatoriana que tiene origen indígena, no nació como la conocemos hoy en día. Investigaciones han revelado de la cultura Quitu – Cara, (habitantes de la zona de Pichincha) son los que originaron la colada morada hace miles de años. La realizaron con maíz morado porque creían que venían de este producto. También le agregaban sangre de llama, porque lo consideraban un animal sagrado. La bebida se hizo como ofrenda para el difunto, ya que veían la muerte como el inicio de un nuevo viaje. La colada simboliza el alimento para el viaje ancestral.

Con los años, la preparación de la colada morada fue modificada por los católicos, en la que mantuvieron el uso de la harina del maíz morado y reemplazaron la sangre por frutas típicas, logrando que la bebida tenga un sabor delicioso.

Las infaltables guaguas de pan que acompañan la colada, nacieron también por modificación de la Iglesia católica. Según el calendario andino indica que en esta fecha se celebra el Aya Marcay. Aya que significa espíritu (algunos diccionarios que fueron hechos por religiosos lo tradujeron como diablo) y Marcay que significa cargar algo. Por esta razón los indígenas sacaban a pasear a sus difuntos momificados en este día para que pudieran recibir la luz y la bendición del Dios sol. La Iglesia vio esta práctica como profana, así que decidieron cambiar esta peregrinación por la confección de panes en forma de personas, principalmente de niños.

Actualmente en el país aún se mantiene la tradición, (principalmente en la región sierra) de visitar las tumbas, con los alimentos que más le gustaba a la persona fallecida especialmente las frutas.
Es un momento de tranquilidad en el cual las familias se reúnen para recordar al difunto, disfrutando todos de la tradición gastronómica que tiene un legado ancestral.

Existen lugares en las que se puede degustar todo el año la colada morada. Desde el mes de octubre todo el país comienza a elaborar, promocionar y a consumir la deliciosa bebida que aromatiza los hogares ecuatorianos. La canela, la hoja de naranja, la cola de mono… que se mezclan con los sabores dulces y cítricos como el de la piña, mortiño, mamey etc. junto a unas coloridas guaguas de pan.

El 2 de Noviembre es una fecha que se recuerda a los que ya no están, y en la que se comparte en todo el país una gran herencia gastronómica, sintiendo orgullo por mantener cada año una deliciosa tradición.

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