Rosa, de 50 años, tenía cáncer de colon. A finales del 2019 no se pudo hacer atender en Solca, en Cuenca, debido a la deuda que el Ministerio de Salud Pública (MSP) tiene con esa institución por atenciones a pacientes referidos.
La transfirieron a un hospital público, sin embargo, no se concretó la confirmación de la cita, dijeron familiares. Ella sobrevivió estos meses de la pandemia del COVID-19, pero la falta de tratamiento le pasó factura y falleció el domingo en Cuenca.
La historia de Rosa se repite en cientos de ecuatorianos que sufren de esta enfermedad catastrófica.
Hace unos días, los núcleos de Solca de Portoviejo y Loja anunciaron la suspensión de la atención a los pacientes derivados del MSP y del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), debido a la deuda que afrontan estas entidades por atención a sus referidos.
Ante esta situación, instituciones se han unido para gestionar el pago de la deuda para que se garantice la atención.
Diego Jimbo, presidente de la Red Nacional del Acuerdo Contra el Cáncer Ecuador, explicó que en Manabí y Loja la situación es oficial y que en otras provincias han recibido reporte de falta de atención, pero no existe pronunciamiento como tal de las entidades.
“Ya no están renovando convenios de atención o no están firmando nuevos convenios. Hay muchos problemas con turnos, exámenes, cirugías, medicamentos. Se han suspendido quimioterapias, lo que ha provocado el fallecimiento de los pacientes”, se lamentó Diego Jimbo.
Agregó que la red Acuerdo Contra el Cáncer, a través de sus doce organizaciones y seis aliadas, ha presionado al MSP, al Ministerio de Finanzas para que cumpla con su obligación.
“Que cumpla con el artículo 50 de la Constitución del Ecuador, que las personas con enfermedades catastróficas puedan tener una atención oportuna y prioritaria, y lastimosamente no es oportuna ni tampoco es prioritaria”, dijo.
Añadió que durante la pandemia pudieron realizar un estudio con 500 pacientes en trece provincias que determinó que más del 50 % tuvieron que dejar su tratamiento por alguna razón, uno de cada dos pacientes dejó su tratamiento, “eso es grave”, sostuvo.
“El 80 % de estos pacientes son desempleados, el 15 % tiene un trabajo informal, el 5 % tiene trabajo formal. Es decir, la mayoría se hará atender por el ministerio”, explicó el doctor, quien a través de la red ha trabajado con los pacientes.
Gustavo Dávila, presidente de la Fundación Jóvenes contra el Cáncer, también hizo eco del pedido de pago de la atención a pacientes con cáncer ya que esto afecta su calidad de vida.
Él comentó que muchos pacientes se mantienen en la lucha para seguir viviendo y que el Gobierno y el IESS deben garantizar esa atención.
Una de ellas es la guayaquileña Paulina León, quien lucha contra un linfoma de Hodgkin hace más de cuatro años con el apoyo de su familia. Ella es una de las pacientes referidas por el MSP que se siguen atendiendo en Solca, en La Atarazana, y desea que se concrete el pago para no poner en riesgo su atención.
José Jouvín, presidente de Solca Guayaquil, recordó que las decisiones de los núcleos de Solca son autónomas.
Sobre la atención en Guayaquil explicó que sí se mantiene la asistencia a pacientes del MSP y que tratan de gestionar con Vicepresidencia un acuerdo de pago de $20 millones desde el año pasado.
Este Diario solicitó información al MSP y al IESS sobre el tema, pero hasta las 18:00 de este jueves no hubo respuesta. (El Universo)
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