El papa Francisco se comprometió este domingo a combatir todos los casos de abuso sexual en la Iglesia con la “máxima seriedad”, en el último día de la histórica cumbre contra la pederastia en la institución religiosa.
En un largo discurso, el pontífice argentino comparó la “plaga” de los abusos sexuales a menores con las prácticas paganas del pasado de “ofrecer seres humanos” y reconoció que se trata de un problema “universal y transversal que desgraciadamente se verifica en casi todas partes”, declaró el pontífice.
Monstruosidad
“Quisiera reafirmar con claridad: si en la Iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso, que representa ya en sí mismo una monstruosidad, ese caso será afrontado con la máxima seriedad”, afirmó ante los líderes de las casi 200 conferencias episcopales del mundo, secretarios de congregaciones, obispos y cardenales, reunidos en la Sala Regia del Vaticano.
El pontífice, que el jueves pasado al abrir los tres días de debates prometió “medidas concretas y eficaces”, anunció que la jerarquía de la Iglesia aplicará las estrategias de las organizaciones internacionales, entre ellas la ONU y la Organización Mundial de la Salud (OMS), para erradicar la pederastia “de la faz de la tierra”.
“Vamos a tomar todas las medidas posibles para que tales crimines no se repitan. Que la Iglesia vuelva ser creíble y confiable”, clamó una hora después durante el Ángelus en la plaza de San Pedro y aclaró que colaborarán con la justicia de todos los países, “sin encubrirlos o subestimarlos”.
El discurso fue mal recibido por algunas víctimas presentes en Roma para la contracumbre, que esperaban una respuesta más contundente. “Solo ‘bla, bla’. Todo culpa del diablo. No me sorprende, me decepciona”, comentó el suizo Jean Marie Furbringer, de una asociación de víctimas.
Nuevos criterios
Durante la inédita cumbre, la cúpula de la Iglesia hizo un verdadero ‘mea culpa’ y reconoció los propios errores tras haber encubierto el fenómeno durante décadas.
Una revolución “copernicana” para la Iglesia como manifestó en la víspera el cardenal australiano, Mark Benedict Coleridge, al mencionar el momento en que se dejó de creer que el Sol giraba alrededor de la Tierra y se descubrió que era exactamente lo opuesto.
“Ha llegado la hora de colaborar juntos para erradicar dicha brutalidad del cuerpo de nuestra humanidad, adoptando todas las medidas necesarias ya en vigor a nivel internacional y a nivel eclesial. Ha llegado la hora de encontrar el justo equilibrio entre todos los valores en juego y de dar directrices uniformes para la Iglesia”, adelantó el papa.
Pese a que no había un documento final previsto de esta cumbre, el papa Francisco enumeró los puntos esenciales de su lucha contra la pederastia: seriedad impecable, verdadera purificación, formación, reforzar directrices de las conferencias episcopales, acompañar a las personas abusadas, atención al mundo digital y combatir el turismo sexual. (El Universo)