Un ambiente de preocupación e incertidumbre se vive en las calles adoquinadas de Guápulo, una parroquia ubicada en el oriente de Quito. La razón: allí, a las 20:30 del sábado 2 de febrero del 2019, un sacerdote fue golpeado por una turba enardecida de personas y la Policía Nacional intervino para rescatarlo.
Ocurrió en el lado posterior de la iglesia, en la intersección de las vías Francisco Compte y Juan de Toro. En medio del tumulto, los moradores aseguraron que el párroco supuestamente manoseó a una niña de 10 años en sus partes íntimas y trató de besarla. Vieron a la menor que corrió a su casa y les contó a sus papás lo que pasó. Ellos fueron a buscar al sacerdote y en compañía de otros moradores lo retuvieron hasta que los uniformados llegaron.
El subteniente Alejandro Gordón, jefe del Subcircuito Itchimbía 1 de la Policía Nacional, informó que el sospechoso es el párroco de esa localidad y fue detenido para las investigaciones luego de que la emergencia se reportara en el Sistema ECU 911. “Se produjeron agresiones”, manifestó el oficial. Luego, los policías dialogaron con los vecinos para calmarlos y detuvieron al supuesto responsable.
“La madre de la niña, al tratarse de un delito flagrante, manifestó que hubo ciertos roces en las partes íntimas, por lo cual al existir la denuncia se procedió al trámite legal que es la aprehensión”, dijo Gordón.
Sobre este caso, la ministra del Interior, María Paula Romo, informó hoy lunes 4 de febrero en su cuenta de Twitter que se dictó prisión preventiva en contra del sacerdote. “Habría agredido a dos hermanas, de 10 y 14 años. La Policía lo detuvo anoche por el llamado de los vecinos. Sociedad y Estado vigilantes para que se den las más duras sanciones para agresores sexuales”.
Lo escribió luego de las preguntas que le hizo en la misma red social la activista Sybel Martínez, directora de la agrupación Rescate Escolar, quien pidió al presidente Lenín Moreno que es momento de investigar con responsabilidad la pederastia clerical en Ecuador.
La gente de Guápulo está preocupada. Por eso, a las 19:00 de hoy, los dirigentes de la zona se reunirán con la Policía Nacional y los familiares de la víctima para analizar el caso. El encuentro será en la Casa Somos de la localidad. Con base en los testimonios de los familiares de la pequeña, Jaime Prado, presidente del cabildo parroquial, señaló que a la niña “le realizaron un examen psicológico y resultó positivo y se ordenó la prisión preventiva para el párroco (…) Según las versiones de los familiares, dicen que le tocó las partes íntimas y la besó”.
La gente de Guápulo está consternada. En voz baja hoy comentaba lo que ocurrió la noche del sábado. Este Diario trató de entrevistar a uno de los familiares de la niña, pero se abstuvo de dialogar hasta que el proceso judicial avance. Con la voz entrecortada, dijo que esperaba justicia.
Una de las vecinas, quien ha vivido 65 años en el sector, lloró al recordar lo que pasó. “Me sentí muy mal, porque no quisiera que a nadie le suceda ese tipo de cosas. Nosotros, como moradoras somos madres y tenemos que cuidar a nuestro barrio”. (El Comercio)