Policías alimentan a los perritos durante la emergencia por coronavirus

Durante sus jornadas de patrullaje, los policías nacionales miraban muchos perritos que deambulaban por las calles del Distrito Quito en busca de alimento. Esas estampas les rompieron el corazón.

El cabo primero Roberto Peralta no se quedó con la pena y decidió alimentar a los más que pudo; luego, su gesto solidario lo socializó con sus amigos y compañeros de la Unidad de Mantenimiento del Orden Público (UMO). “Al ver la dramática situación de los animales no podíamos mirar a otro lado”, apostilla.

Días después, la institución hizo suyo el proyecto de ayuda a los animalitos que no tienen casa y que, en la emergencia sanitaria, se visibilizaron más.

De aquello da fe Evelyn Guerrón, de RIE Rescate Independiente Enao. Menciona que, por ejemplo, en el sur -zona donde se concentra su trabajo- hay numerosos grupos de perros y en las últimas: “flacos y lastimados”. Y por eso, se vio obligada a dejar el encierro y darles de comer al menos a unos pocos.

Ese panorama de ‘peludos’ deambulando por comida se generaliza en las zonas donde se acumulan desechos y basura, menciona el coronel Patricio Posocomandante de la UMO. Aquello, dice el oficial, generó la asistencia a las mascotas a través de jornadas de alimentación.

Con esa labor, la Policía pretende evitar que estos indefensos seres vivos se agrupen en diferentes sectores a escarbar en la basura. Que este cambio que enfrenta el mundo, agrega, “hay que asimilarlo con un apego más al humanismo, al crecimiento y al desarrollo de la naturaleza”.

Si antes era difícil que sobrevivan con las sobras, hoy el panorama es dramático, menciona el cabo Peralta. Al momento, en las instalaciones de la UMO, acumulan alimento para unos tres días, por eso quien quiera colaborarles pueden acercarse hasta su cuartel general, en la 10 de Agosto y Del Maestro (complejo de la Policía La Delicia).

Otra opción, para que no salga de su casa: los patrulleros de las UPC pueden acercarse hasta el hogar de los vecinos que deseen colaborar con alimento. Luego, canalizando con otras unidades, se repartirá en los lugares donde hay la mata de perros sin hogar.

Por el momento, la idea solo se ejecuta en Quito; sin embargo, acota el coronel Poso, se podrá extender a escala nacional con el trabajo articulado de otras instituciones que también ayuden a los peludos.

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