Por primera vez una actriz ecuatoriana aparecerá en Netflix

Fresca, relajada, descomplicada y otros calificativos de una mujer sin poses de diva, encajan perfectamente con la actriz ecuatoriana Shany Nadan.

Shany es una persona camaléonica o la mujer de los mil rostros -diríamos- porque logra dar vida a cualquier representación escénica. Esta característica permitió que se convirtiera en la primera actriz ecuatoriana en la piel de la patriota quiteña Manuela Sáenz de la bioserie colombiana Bolívar, una lucha admirable, que será estrenada dentro de poco en Netflix.

Este es un verdadero honor para ella, que a sus 27 años, logró hacer realidad un sueño que se anidaba desde el 2016.

“Me motiva que una ecuatoriana, por fin, es la que hace a nuestra Manuelita en la televisión internacional. Tuve una emoción absoluta de ponerme en sus pies porque es un personaje icónico, pero también lo asumí con responsabilidad por caracterizar a una prócer de nuestro país”, cuenta con exaltos de alegría.

Todo empezó cuando alcanzó a escuchar el típico chisme de pasillo sobre una producción de la vida de Bolívar en Colombia y desde ese instante ya se visualizó como la gran Manuela Sáenz en la pantalla del famoso servicio de streaming.

Empezó a leer y a estudiarla minuciosamente. Se concentró tanto en el objetivo que en el espejo de su habitación puso un papel que leía cada mañana: Yo soy Manuela Sáenz. “Pasaba el tiempo y nada se concretaba, no había los castings ni conversaciones y yo me cuestionaba: ¿Qué es lo peor que pueda pasar? Pues nada, me habré hecho más culta con mi preparación”, cuenta.

Fue en septiembre de 2017 que salió humo blanco del proyecto y empezaron las convocatorias. Ya antes del casting, Shany había hecho una verdadera producción de fotos y videos del personaje. Su manager presentó este material y tras dos pruebas

más, salió elegida. Cuando la llamaron, ella se quedó en completo shock. Simplemente, no podía creerlo.

Pero, adivinen qué… los productores le dijeron que le agradecían por prepararse, pero la Manuelita que iba a caracterizar ella es la que nadie conoce y la que vamos a descubrir muy pronto en 60 capítulos de la bioserie de Bolívar. “Me miraron a los ojos y textualmente señalaron: nos interesa que Manuela encante, que enamore a todos”, dice.

Entonces Shany se desprendió de esa idea de plasmar a la heroína ecuatoriana que citan los libros de historia, una mujer llena de fortaleza, con un carácter fuerte y muy seria…¿recuerdan?

Es aquí donde toma tras toma se empezó a gestar el personaje en su aspecto más íntimo, destacando sus pasiones, esa parte sutil de una mujer emocional y muy humana. “Yo le puse mi toque. Los va a conquistar, ya verán”, sonríe.

Ella aún no ha visto el material final, quiere dejarse sorprender de lo que hizo. Siente una inmensa gratitud por haber vivido esta experiencia que augura ser otra de las bioseries tan famosas de Netflix, esta vez en colaboración con Caracol Televisión. Verla será resucitar la historia y los libros porque las nuevas generaciones conocerán a los personajes históricos de nuestros pueblos, que jamás deben ser olvidados.

Así pensaba la actriz local durante su paso por el departamento de Boyacá en Colombia donde fue grabado el proyecto, al igual que en las localidades de Medellín, Santa Fe de Antioquía, Cali, Cartagena y varias zonas costeñas del vecino país. Asímismo en Madrid, España, se hicieron otros capítulos.

“Pero la parte más bonita de esta historia está en lo que hubo detrás. Sabes, yo lo soñé y lo deseé con todas mis fuerzas, pero no basta solo con quererlo, hay que cultivarlo, cosecharlo, trabajarlo duro y la vida misma se encarga de que veas el fruto de eso. La gente desconoce este esfuerzo, no piensen que escogieron a esta actriz al azar, se trata de un mérito a mi esfuerzo, a todo lo que hice por lograrlo”, destaca.

Mientras llega la hora de verla en las pantallas, emprendió en una obra para el teatro café Pop Up en Guayaquil denominada Solterísimas, junto con las actrices Katy García y Carolina Pieschestein.

Y evidentemente no deja de soñar, quiere incursionar en nuevos mercados, a más de Colombia, ve a México y Estados Unidos como objetivos. Admira las ventajas de la industria cinematográfica en esos países y siente que es lo mejor para exigirse más a sí misma para competir a un alto nivel.

“Yo no tengo límites y tampoco tengo miedo en seguir probando. Si te preguntas de dónde viene mi poder de decisión es del rechazo. A los actores y actrices nos dicen muchas veces ‘no, gracias’ y comprendí que no es porque somos malos. Ya perdí la cuenta de las veces que me dijeron que ‘no’ pero gracias a eso sé persistir”, comenta Shany, quien está muy enamorada de su novio que la ha apoyado en este camino. (Nueva Mujer)

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