Diario Extra.- Negarse a ser parte de la banda de Los Lobos le costó la vida a Gabriel Méndez Palacios, alias El Pepo, según el informe que la Policía realizó tras el levantamiento del cadáver en el hospital Eugenio Espejo, en Quito.
El hombre, de 38 años, fue acribillado el viernes pasado en los exteriores de un restaurante de la Armenia 2, suroriente de la ciudad. Lo operaron. Pero dos días más tarde, murió en la unidad de cuidados intensivos de aquella casa de salud.
Un shock hipovolémico (hemorragia masiva) fue la causa del deceso. La víctima, supuesto líder nacional de la banda Los Ñetas, tenía 12 heridas en los brazos y el abdomen.
Y mientras Méndez Palacios, con antecedentes penales por robo y asesinato, luchaba por sobrevivir, afuera dos hombres habían ‘montado’ vigilancia. Al parecer, eran los mismos que lo habían llenado de plomo y querían ‘rematarlo’.
Sin embargo, la tarde del sábado, los sospechosos fueron detenidos con un arma de fuego y cuatro municiones.
Helado fatal
La esposa de Méndez Palacios contó a la Policía que la tarde del 29 de julio (viernes), él notó que dos personas lo seguían en una motocicleta.
El presunto jefe de Los Ñetas iba con sus dos hijos, de 7 y 14 años, en un Kia gris, que según la pareja del fallecido le pertenecía a un amigo. El auto estaba reportado como robado.
A punto de entrar a su vivienda, en un conjunto residencial de la zona, el más pequeño de sus descendientes le pidió que le comprara un helado.
Y, pese a que Méndez Palacios tenía sospecha de que le ‘pisaban los pasos’, accedió a la petición del niño. Fatal decisión.
Le descargaron más de 15 tiros. Hasta su hijo mayor recibió uno de los impactos en la pierna. Permanece estable en otro hospital de la ciudad.
Así fue cómo ‘viraron’ a El Pepo, quien en 2011 fue acusado como autor material del crimen del futbolista Patricio Ayoví Cotera, en una discoteca del sur de Quito.
Al momento, la Policía continúa con las investigaciones de su muerte. Según la esposa, no era la primera vez que atentaban en contra de la ‘cabeza’ de Los Ñetas.
¡Parecía un cedazo!
El informe de la Policía reveló que Méndez Palacios permanecía custodiado por agentes en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Cuando se notificó su muerte, unidades especiales llegaron a la morgue de ese hospital para examinar el levantamiento. El examen visual arrojó que tenía 3 heridas de arma de fuego en la mano derecha, 7 en el lado izquierdo de la región torácica y 2 en el antebrazo izquierdo.
Adicionalmente, tenía una sutura de unos 20 centímetros en el abdomen, producto de la intervención quirúrgica que le hicieron para salvarle la vida.