El Municipio de Quito decretó el estado de emergencia humanitaria para hacer frente a la afluencia masiva de venezolanos en situación de movilidad humana, habilitando albergues de acogida temporal.
Alexandra Ortiz Mosquera, responsable de Comunicación, precisó ayer que, en línea con la declaratoria que hizo el Gobierno esta semana, el municipio ha decidido seguir esos pasos y proceder de la misma manera, medida que activa los centros temporales de tránsito de personas en situación de vulnerabilidad.
“En cada albergue se va a tener a 20 personas que componen grupos familiares y no se va a separar a los padres de los hijos”, indicó la portavoz municipal, que señaló que existe media docena de estos centros en la urbe.
Calculó que en la actualidad hay en Quito 240 grupos familiares de migrantes venezolanos, de los que 57 miembros están en situación de “doble riesgo”, es decir, que son personas con discapacidad, embarazadas, menores o de la tercera edad.
La decisión implica también la movilización de recursos de acuerdo con las necesidades de los grupos en movilidad, a fin de cubrir necesidades humanitarias básicas como un lugar donde puedan dormir, salud y alimentación.
El alcalde Mauricio Rodas realizó el sábado un recorrido por los puntos donde se concentran los migrantes extranjeros.