El desabastecimiento de combustibles que se registra en los departamentos colombianos de Nariño, Cauca y Valle, en Colombia, debido al paro indígena que cumple 21 días, incentiva el contrabando de gasolina extra y diésel desde Tulcán, en el norte del Ecuador a poblaciones fronterizas colombianas.
En las estaciones se han ubicado efectivos policiales para intentar frenar este delito que provoca inmensas colas de vehículos y malestar en los usuarios. Mientras que militares realizan operativos aleatorios.
Automotores livianos cargan hasta 80 dólares del derivado del petróleo, cuando la capacidad normal es de 12 y 15 dólares, que luego son transportados a Ipiales (Colombia), frente a Tulcán.
Allá, el valor de un galón por estos días se triplica. El bloqueo de las carreteras en el sur occidente colombiano no permite el arribo de los tanqueros a más de 30 ciudades, situación que es aprovechada por familias de ambos países que se dedican a esta actividad ilícita en la frontera colombo-ecuatoriana. (El Universo)