Tres centros de tolerancia en el cantón Santa Ana, provincia de Manabí, abrieron nuevamente la atención al público desde el jueves. Esto, luego de que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal autorizara esa reapertura basándose en disposiciones del COE nacional. Pero esta medida ya genera preocupación entre los profesionales de salud.
Galo Palma, comisario de Policía del cantón Santa Ana, dijo que los centros de tolerancia están en la categoría A, dentro de las normativas del COE nacional, por lo que luego de que cumplieran una serie de requisitos dentro de las normas de bioseguridad se les habilitó su funcionamiento, tras casi siete meses de haber suspendido la atención al público, por el inicio de la emergencia sanitaria debido al COVID-19.
Así, por ejemplo, entre las normas que deberán cumplir están lavarse las manos antes de ingresar al local, pasar por la bandeja de desinfección de zapatos, mantener el distanciamiento social, por ello se permitirá que solo una persona esté en una mesa, a más del uso obligatorio de mascarilla incluso en el instante de mantener relaciones sexuales tanto el cliente como la trabajadora.
Estas normas deben ser estrictamente cumplidas, pues existe el riesgo de que si en uno de los locales se incumpla, se volvería a interrumpir la atención al público en los tres centros de tolerancia.
“Igual por parte de la comisaría nacional se van a estar haciendo controles a diario, para evitar que haya algún inconveniente o que en algún momento no se cumpla con este compromiso, porque se les ha dado apertura, pero en caso de que alguno incumpla todos los centros de tolerancia serán cerrados hasta segunda disposición”, declaró Palma.
Pero este anuncio genera preocupación entre médicos y epidemiólogos. Para estos especialistas, el estar en espacios cerrados genera una alta posibilidad de contagio.
La epidemióloga Dalila Muñoz indicó que al asistir a centros de tolerancia, bares, discotecas y karaokes se debe tomar en cuenta el nivel de aforo y mantener las medidas de bioseguridad como el uso obligatorio de mascarillas y gel.
Indicó, además, que la principal recomendación, sobre todo, en la población juvenil es que se abstenga de asistir a locales con espacios cerrados.
“Ahí sí es una posición sumamente difícil decir no mantener contacto porque desgraciadamente la condición de estar con trabajadoras sexuales implica estar en cercanía. Recordemos que pasamos una primera ola de esta epidemia, estamos viendo ya una segunda oleada en otros países (…), lo recomendable es evitar en lo posible visitar estos lugares, no pensar solamente en mi placer, en mi felicidad, en mi momento de diversión, pensar que lo que yo haga ahí lo voy llevando a casa», declaró Muñoz.
Néstor Gallegos, otro epidemiólogo, señaló que es primordial el distanciamiento social, algo que por el contacto con personas en estos lugares es muy difícil de cumplir. Añadió que el contacto sexual sin preservativos no implica contagio de COVID-19, ya que este se da a través de vía oral.
En la provincia de Los Ríos, desde hoy propietarios de los centros de tolerancia del cantón Buena Fe reanudan sus actividades, una vez que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de esa ciudad autorizó dicha medida.
“Se ha socializado la reapertura con los dueños de estos sitios, ellos conocen a cabalidad las normas y disposiciones que deben cumplir, habrá sanciones para quienes incumplan, que puede ser hasta la clausura del negocio”, expresó María Fernanda Zambrano, jefa política de Buena Fe.
En Quevedo, de los 33 centros de diversión nocturna registrados (bares y discotecas), 13 ya tienen autorización para que reanuden sus actividades, así como también los centros de tolerancia. Esto lo confirmó Henry Sandoval, jefe político.
El funcionario detalló que a partir del próximo martes 6 de octubre los propietarios de estos negocios podrán abrir sus puertas al público, una vez que hayan obtenido los permisos de funcionamiento, del Ministerio de Salud Pública (MSP) y del COE local. (El Universo)