Red de delincuentes cibernéticos atacó a varios incautos, entre ellos manabitas

En Cotacachi, provincia de Imbabura, un adulto mayor fue contactado por medios electrónicos. Las personas que lo ubicaron se hicieron pasar por un familiar que vive en Estados Unidos.

Con fotos tomadas de redes sociales los estafadores hicieron más creíble la historia de las maletas en circulación y le convencieron de que deposite 4.000 dólares en una cuenta. Cuidaron todos los detalles, incluidos temas de conversación, fotos familiares…

Hasta se hicieron pasar por agentes de la Aduana y le dijeron que en las maletas había más dinero y que serían investigadas por la Fiscalía.

Las investigaciones determinaron que había más perjudicados en Manabí, Guayas y Cotopaxi. La responsable era una red que operaba desde Pichincha y la Amazonía.

Pero no es la única forma de estafa a través de ciberdelitos que conoce la Dirección Nacional de la Policía Judicial (DNPJ). Hay llamadas telefónicas en las que el delincuente simula ser un familiar en problemas. Algunos enredan a sus víctimas y obtienen dinero.

El mayor Freddy Sarzosa, jefe de la Unidad Nacional de Ciberdelitos de la DNPJ, explica que en los casos en que se hacen pasar por familiares, las llamadas se originan en las cárceles, especialmente en Guayaquil y Latacunga.

Entre enero y julio de 2020 la DNPJ recibió 2.553 denuncias por posibles delitos informáticos. El mecanismo de recepción es a través de la línea 1800 Delito, por correo electrónico o por otras vías. El número fue reducido en comparación con las 5.113 recibidas en el mismo periodo de 2019.

Las llamadas empezaron a exponer la problemática. Los casos no se podían judicializar por la pandemia y porque la denuncia se debe presentar de forma física, explicó Sarzosa.

La imposibilidad de presentar una denuncia física hizo que muchos desistieran. En otros casos, la DNPJ derivó las denuncias a la Fiscalía, que abrió expedientes.

La Policía Judicial recibió delegaciones fiscales para investigar 323 casos entre enero y septiembre de este año. La mayoría de posibles ilícitos ocurrió en enero, febrero y agosto. Entre abril y mayo casi no hubo delegaciones fiscales. Solo llegaron seis. El oficial cree que en los próximos días podría producirse un incremento de denuncias debido a que las actividades se están retomando.

A la DNPJ llegaron denuncias por al menos 13 delitos. La mayoría (1.010) fue por suplantación de identidad, seguida de 748 casos de violación a la intimidad. El tercer delito más denunciado fue el de apropiación fraudulenta con medios electrónicos, que contó con 596 denuncias.

En menor cantidad hubo alertas por acceso no consentido a un sistema informático, telemático o de telecomunicaciones, con 96 reportes. La DNPJ también recibió casos de ataque a la integridad de sistemas informáticos, comercialización de pornografía con utilización de niños, delitos contra la información pública reservada legalmente. Hubo también distribución de material pornográfico a niños, interceptación ilegal de datos, pornografía con uso de niños, reemplazo de identidad con terminales móviles, reprogramación o modificación de información de equipos de terminales móviles.

Hubo detenciones por abuso de confianza, comercialización de pornografía con uso de niños, suplantación de identidad, ataque o resistencia, violación, robo a personas y estafa.

Consciente de esa realidad, la Policía efectúa campañas para alertar a los ciudadanos y que no sean víctimas de estafas a través de medios informáticos. Especialmente en redes sociales como Twitter y Facebook se advierte sobre la forma de operar de las redes. Sarzosa señala que usualmente son susceptibles de fraude informático los ciudadanos de entre 20 y 40 años. También hay casos de personas de más edad, debido a que no tienen tanta familiaridad con la tecnología. Para ellos recomienda que el grupo familiar brinde asesoría en transferencias y la utilización de correos para evitar estafas. Y en cuanto a los menores de 13 años, se sugiere que no tengan redes sociales y tiene que haber control parental para restringir las páginas a las que pueden acceder.

El problema de los delitos virtuales no atañe solamente a Ecuador. Es un fenómeno global. Por esta razón la Interpol inició el pasado 5 de octubre una campaña para alertar a sus países miembros sobre esta problemática. Con ella se pretende concienciar acerca de las principales amenazas y cómo mantenerse a salvo de ellas.

En un comunicado de prensa emitido por la Policía Internacional se señala que si bien la mayoría de ciudadanos están atentos a los delitos tangibles del mundo ‘real’, no siempre mantienen la misma cautela ante los delitos virtuales del mundo digital.

Manifiesta que delitos como el allanamiento de morada que buscan cometer otros son hechos tangibles. Pero en el caso de la ciberdelincuencia, que involucra muchos peligros ocultos en línea, es prácticamente imperceptible. De ahí que los ciudadanos tienden a subestimar la magnitud de sus estragos o el riesgo de ser víctimas.

Dice que las cibervíctimas no siempre están conscientes de que deben presentar denuncias tal como lo harían si sufren un robo en su hogar.

Interpol inició una campaña para alertar

La campaña busca sensibilizar a los ciudadanos por medio del hashtag #OnlineCrimeIsRealCrime, tratando de posicionar el mensaje de que la ciberdelincuencia es un delito real y debe tratarse con la misma gravedad que otros.

En las seis semanas que durará la campaña habrá información de las principales amenazas, cómo identificarlas y consejos de ciberseguridad para minimizar el riesgo. Las publicaciones incluyen materiales gráficos y videos con mensajes claves.

Cada semana se abordarán tipos distintos de ciberdelincuencia que han sido identificados como las principales amenazas a escala mundial.

Esos son: phishing, ransomware, extorsión sexual, cryptojacking (extracción de criptomonedas), estafas BEC (estafas a empresas por e-mail mediante suplantación de identidad) y delitos en línea contra menores.

“Hasta el internauta más avezado puede caer en las artimañas de un ciberdelincuente. Por eso es importante que no bajemos la guardia”, expresó Craig Jones, director de Ciberdelincuencia de Interpol, según recoge el comunicado.

Sin embargo, añadió, “puede que el mensaje más importante de todos sea que los ciberdelitos son delitos reales, por lo que si usted es víctima de alguno de ellos, debe denunciarlo de inmediato a la policía, al igual que lo haría con cualquier otro delito”.

En Internet se han registrado dominios con los términos ‘coronavirus’, ‘corona-virus’, ‘covid19’ y ‘covid-19’. Aunque algunos son legales, los ciberdelincuentes crean miles de sitios webs nuevos cada día para campañas de correos no deseados (spams) o ataques de phishing, o para propagar malware, advierte Interpol. (Expreso)

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